DAVID GABRIEL GUTIÉRREZ
EL BUEN TONO
Ixtaczoquitlán.- Más de tres horas se mantuvo cerrada la autopista Puebla-Córdoba, luego de un accidente que se registró la tarde de ayer, en el kilómetro 285, en donde un camión tipo torton embistió a una camioneta familiar y a un auto compacto.
Por increíble que parezca, los conductores de los vehículos afectados resultaron completamente ilesos, mientras que el chofer de la pesada unidad salió huyendo del lugar para evitar su responsabilidad en el accidente, que además dejó cuantiosos daños materiales.
Este hecho de tránsito ocurrió minutos antes de las 13:00 horas, cuando un tractocamión marca Kenworth Kenmex de color negro, con placas de circulación del SPF, que iba cargado con frutas y verduras, viajaba sobre el carril que va con dirección a Veracruz.
A escasos metros de llegar al Puente de Metlac, el exceso de velocidad y la falta de pericia, provocaron que el chofer no pudiera mantener el control del volante y chocara contra un Chevrolet Chevy de color rojo, con placas YHX-35-55 del estado de Veracruz, que iba metros adelante.
Al no poder detener su marcha, el torton embistió a una camioneta marca Dodge Journey de color negro, matrícula YXX-64-27 del estado, en la que viajaba una familia, aunque afortunadamente no hubo personas lesionadas tras la colisión.
Paramédicos de la dirección de servicios carreteros de Capufe se movilizaron al lugar para auxiliar a los afectados, y para abanderar la circulación y efectuar el cierre del carril, a la altura del tramo carretero Ixtaczoquitlán-Fortín de Las Flores, para evitar que ocurriera algún otro incidente.
De acuerdo al parte de accidente, elaborado por elementos de la Guardia Nacional, División Carreteras, los daños materiales resultantes superan los 100 mil pesos, ya que ambos vehículos embestidos por el tractocamión quedaron severamente dañados.
A pesar de que los efectivos se dieron a la búsqueda del chofer no fue posible detenerlo, por lo que finalmente las tres unidades fueron aseguradas y remolcadas por los trabajadores de una empresa de grúas concesionada al corralón, para así liberar la circulación.
Del culpable, no hay rastro.