Orizaba.- Los obispos mexicanos valoran que nadie deba ser objeto de discriminación, tal como lo consigna el artículo primero constitucional, pero no significa que deba modificarse la esencia del matrimonio, indican en un pronunciamiento que hicieron en el país.
Precisaron que no debe olvidarse el espíritu del constituyente que en el artículo cuarto, primer párrafo de la Constitución, reconoce la igualdad del varón y la mujer, además establece el deber legal de proteger el desarrollo y organización de la familia como tal.
El comunicado de los prelados se difundió en todas las diócesis de México y lo emite la Comisión Episcopal para la Familia, Juventud, Laicos y Vida, en el marco de las uniones gay que se registran.
Explicaron que La tradición jurídica bimilenaria de Occidente, recogida y profundizada a lo largo de la historia por legisladores y juzgadores de diversas corrientes de pensamiento e ideologías, se ve reflejada ya desde el Código Civil de 1870 emanado bajo el gobierno del presidente Benito Juárez; del Código Civil Federal de 1928 promulgado por el presidente Plutarco Elías Calles, y en la mayoría de los actuales códigos civiles o familiares de los estados de la República.