Un ingeniero el cual estuvo como rescatista en la escuela Enrique C. Rébsamen de la Ciudad de México, comentó por teléfono la mala construcción del edificio de tres plantas, cuyas paredes carecían de cadenas, trabes y castillos.
Sin que se diera cuenta -el ingeniero-, cuando hablaba por celular fue grabado, video que fue compartido en las redes sociales.
El personal de investigaciones especiales de EL BUEN TONO transcribió -para los lectores-, lo más importante del video.
El ingeniero dice: “Una maestra y siete alumnos, corren”.
“Llevo doce horas trabajando, me metí, a levantar un edificio -la escuela Rébsamen-; como ingeniero, jamás lo había hecho, con polines levantar un edificio, me aventé cimientos, cortamos pisos, no tienes idea todo lo que he hecho”, le decía a la persona con la que hablaba, “estoy con un muchacho y está destrozado”.
Continúa: “Voy a ir para allá, porque, pues voy a ver a Carmen o ¿quieres que me vaya con mis padres?
“No, no hay luz, me voy a ir con mis padres entonces”.
Prosiguió diciendo: “Dile a Carmen que mañana también me voy a ir al Mercado a como dé lugar, a ver a mis animales”.
“No nos dejó entrar Protección Civil, me quitaron mi equipo, traigo nada más una pala, me siento muy mal, vi mucha muerte, cargué cuerpos destrozados. No puedo dormir, no quiero dormir, no quiero saber nada de este día”.
¿Cómo está tu edificio? ¿Tu edificio cómo está?
“Ok me voy yo a la casa de mis padres, cuídense, te quiero, siií, voy a ir mi casa, tengo que levantar todo lo que se cayó, tengo que revisar la estructura, lo único que hice fue sacar los papeles, la laptop, mi tableta, el dinero de las rentas, mis ahorros, mis identificaciones y todo lo demás lo dejé, o sea mi ropa está destruida, mis botas, mis manos están llenas de llagas”.
Continúa hablando: “Tengo cortadas en el pecho, me tuve que quitar la camisa para meterme, me dio un episodio de epilepsia, me atendieron muy bien, me cuidaron muy bien, pero psss…, mañana tengo que regresar, faltan muchos niños”.
“Son 400 de la escuela primaria, 125 del kínder y 230 de secundaria y todavía faltan muchos”.
¿Estaban todos en clase? -se presume le preguntaron al voluntario-.
Él contestó: “Estaban todos en clase, no les dio tiempo más que correr para el estacionamiento, se les cayó el estacionamiento”.
¡Todo! “No, no puedo, ya lo que hice, lo hice, pero mañana voy a venir a seguir trabajando”.
Hizo una pausa y siguió hablando como si fuera un monólogo.
“Están rebasados, necesitan ingenieros, sólo hay dos ingenieros del Ejército que se coordinan en muchas otras partes y desgraciadamente el de Gobernación se pelea con el mando de la Marina y el Almirante Vergara y el otro Almirante, mis respetos son dos hombres que me escucharon, que me dieron equipo, que dijeron que yo estaba a cargo de las obras de ese sector, pero los otros dos quieren un ascenso, entonces, pesa más a veces un ascenso, que se saquen la medallita y saquen ellos los cuerpos a que se haga lo que se tiene que hacer”.
“Le dije al Almirante Vergara que me retiraba, se les coló la Directora con guaruras, la Directora vivía encima de la escuela, la dueña se coló y el hermano del dueño también vivía encima de la secundaria, lo cual está prohibido, la secundaria tiene columnas huecas, tubos huecos, no tiene columnas la primaria, Protección Civil o le pagaron o nunca fueron, no hay planos de la escuela, ¡es un desmadre!”.
“Ya me voy porque me prestaron el celular, cuídate mucho, le dices a Carmen que es la hora que es y que me tengo que ir a dormir. Hay mucha gente, no hay luz, se cayeron muchas cosas de concreto”.
Prosiguió: “Está bien todo en Azcapotzalco, tengo gente que trabajó conmigo en Azcapotzalco y que venían de San Juanito, era mi brigada de petroleros y todo está bien allá”.
“Cuídate mucho, ya me voy. Órale pues, cuídate, Bye”, y colgó.
En ese momento entregó el celular que había pedido prestado para comunicarse con su familiar.
Dijo: “Perdón”.
La otra persona le contestó: “No se preocupe, para eso es”.
Se puso un momento a platicar con el aludido.
“No se vale, esas personas, una cosa es que te mueras porque realmente se cayó el edificio, porque el sismo fue muy grande y otra cosa es que te mueras porque el pinche edificio estaba mal construido”.
“Había encima de la azotea del auditorio la casa de la maestra, se pueden imaginar la casa de la Directora, encima del auditorio de la escuela”.
“No pues no”, le contestó, quien lo escuchaba.
¿Conocen algún caso similar? No pues no, respondieron.
“Sólo en México. Eso no es posible, cómo lo permitió la Delegada, cómo lo permitió Protección Civil de la Delegación, cómo lo permitió la SEV”.
¿La directora se fue? “La dueña, la Directora perdió su casa y fue a buscar dónde quedarse, pero la Directora nos dio una relación de los alumnos y estuvo mucho tiempo con nosotros, yo sacaba un cuerpo, salía con la camilla y la Directora lo destapaba y me decía es Pepe Pérez, del salón segundo ‘E’ e iba apuntando”.
¿Los ubicaba bien?
“Siii, le tocó ver cosas muy cabronas a la Directora”, indicó.
¿Cuántos alumnos son ahí en total? “No lo sé, pero son como 600 alumnos”.
¿Cuántos han salido? “Eso es otra cosa que no sabemos, porque los papás irresponsables tomaron al niño, sólo decían ¡vente! Y no informaron. La Directora no sabe cuántos niños están bien”.
“Tenemos dos videos de cuando se cayó la escuela y por los videos asumimos que en el edificio habían 50 niños mínimo, en las escaleras, los que salieron por las escaleras de la derecha se salvaron, los que estaban en laboratorio, en el auditorio y en la secundaria que tenían que tomar las escaleras de la izquierda los agarraron en las escaleras, no les dio tiempo de llegar a la salida, los portones estaban cerrados”.
“Y estructuralmente la escuela ya estaba muy dañada”, dijo afligido.
“Estructuralmente la escuela no tenía columnas en el edificio, no tenía columnas la escuela, las columnas que tiene que datan del 83 son huecas. Son unos tubos de acero huecos, el plano de la escuela estaba en la casa de la Directora cuando por Ley tiene que haber un plano de la escuela con rutas de evacuación, uno en la secundaria, uno en el kínder y uno en la primaria, el hermano de la dueña vivía arriba de la secundaria, tenía una casa, la Directora tenía una casa bien hecha, con muebles, un tanque de gas del largo de esta camioneta, que está al 70 por ciento y que no lo podemos mover”.
“Alexis y Francisco, dos conserjes muertos, que los tuvimos que sacar así como a 11 niños y cargar a dos, que son los que estaban abrazados, que me tocó sacarlos, estaban vivos, pero en el traslado de la camilla se nos murió Alexis y Leonardo sobrevivió, Fátima Reina nos estaba texteando que estaba viva, gracias a que nos texteó, metimos un radar, la llamamos y la sacamos, pero hay otra muchacha que está ahí en la camioneta y 4 o 5 niños en los otros carros, hay dos planchas que están comprimiendo los carros y se interponen, si se cae los hace ‘papa’ y que mueran y hay otra especie de ‘cubículo’ una maestra y 7 niños vivos”.
Continúa: “Y parece que hay otras personas más para acá y hay muchos cadáveres, el de un maestro, el de los niños sentados, la maestra que está extendida y tuvo estallamiento de vísceras. No no me filmes, porque si lo subes…”.
En el segundo video habló acerca de Los Topos.
¿Los Topos?
Sí, para meter a Los Topos de la Marina, porque el Capitán Morales quiere salvar a los siete niños y obviamente el Capitán Morales se convertiría en comodoro porque es Almirante, no le importa realmente, más que el rango, el salario y la foto”.
“El Almirante Vergara y los otros están chambeando bien, pero estos cuates y mi Delegada está parada como usted, rodeada de unos güelles con chalecos y de ahí no se ha movido ni ha tomado una pinche pala, no ha agarrado un tabique, no nada”.
“Entonces, pues está cabrón, yo se los paso al costo si ustedes votan por esa señora, porque los cuerpos de ahí murieron en vano, porque esa escuela no debió funcionar. Y dónde está Protección Civil de la Delegada, dónde está la honestidad valiente, ahí tuvo que haber una mordida para Protección Civil de Tlalpan y para Protección Civil de la ciudad, esa estructura de esa escuela no era funcional, en mi vida he conocido una escuela donde la Directora tenga su casa allí y su tanque de gas gigante”.
“Piénsenlo, no es posible que haya permitido eso y luego la excavación (el socavón), que sacó agua por 10 días, ¿ustedes creen que no afectó la estructura? Los de la UNAM dijeron que a 100 metros a la redonda podrían haber daños y la escuela no está ni a 100 metros del socavón”.
Concluyó el ingeniero, quien visiblemente se veía molesto, afectado y decepcionado con los funcionarios de la Ciudad de México.