Zongolica.- A pesar de los esfuerzos por erradicar las prácticas de machismo, en algunas comunidades de la Sierra los varones siguen oponiéndose a la preparación académica de las mujeres, informaron responsables en Educación de los Adultos.
Mencionaron que el mayor problema al que se enfrentan las mujeres, son sus parejas; pues al sentir celos por su preparación y la posibilidad de que en algún centro de estudio conozcan a algún otro varón, prefieren orillarlas a la ignorancia en lugar de motivarlas.
Refirieron haber percibido un aumento en el número de señoras participantes en los círculos de estudio para obtener su certificado de primaria o secundaria cuando las invitaron a acudir dentro de las estrategias de programas sociales federales como Prospera, no obstante disminuyó de forma gradual cuando los esposos experimentaron sentimientos de inferioridad o pensaron la posibilidad de que su cónyuge se sintiera atraída otra persona mientras se capacitaba.
“En comunidades de Tehuipango, las señoras no van a estudiar porque el esposo no las deja. Algunas acuden a escondidas por su deseo de superarse pero al regresar a su hogar, el marido les quema sus libros y todo el material que les proporcionamos”, comentaron.
Lamentaron el caso marcado como una constante en varios municipios ubicados en las montañas, mismo que se suma al desinterés generalizado en los mayores de edad, para que concluyan con su educación básica, sobre todo en la población masculina.
“Hay apatía en la Sierra por prepararse, ni siquiera saber leer y escribir los motiva. Penosamente la población argumenta que de nada les sirve tener algún certificado o grado académico si en el cerro no lo ocupan. En el caso de quienes pasan los 40 años, señalan que en esa etapa de la vida ya no aprenden y no les es productivo estudiar, mientras que los mayores de 60 indican que ya no ven o no escuchan y tampoco quieren acceder a los programas de enseñanza”, señalaron.
Respecto a la pobreza como factor para no estudiar en los ciudadanos indígenas, añadieron que la destinación de los apoyos gubernamentales incluye como norma a los infantes en programas escolares, no así a los adultos que muestran resistencia que no es provocada por su condición económica, sino por cuestiones culturales.