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CDMX.- El IMSS registró en 2020 un déficit de 19 mil 377 millones de pesos, resultado, por un lado, de la caída en los ingresos por recaudación provocada por la pandemia de Covid-19, y por otro, del incremento en los gastos de funcionamiento y en el rubro de pagos a pensionados y jubilados.
Ante esto, el Instituto prevé recurrir a sus reservas para enfrentar las necesidades de atención y cubrir compromisos en el período 2021-2031.
De acuerdo con el último Informe al Ejecutivo federal y al Congreso de la Unión sobre la Situación Financiera del Instituto, entregado la semana pasada, en 2020, el IMSS tuvo ingresos por 518 mil 950 millones de pesos y gastos por 538 mil 327
millones.
En tanto, indica, la coyuntura epidemiológica significó un incremento en la demanda de servicios médicos y hospitalarios para la atención de la pandemia, y el Instituto incurrió en erogaciones contingentes. No obstante, remarca, dichos gastos fueron atendidos con cargo al presupuesto autorizado, mediante la reorientación de recursos, en algunos casos provenientes de servicios que fueron suspendidos o reducidos por la propia pandemia.
Para la atención de la contingencia sanitaria, estima, el IMSS erogó 30 mil 266 millones de pesos, incluyendo salarios y bonos, adaptación de unidades temporales, medicamentos y equipamiento.
Por otro lado, los pagos del Régimen de Jubilaciones y Pensiones de trabajadores, señala el Informe, representó 22.6 por ciento de los egresos del Instituto, y presentó un aumento de 2.2 anual, equivalente a 2 mil 356 millones de pesos, y un ejercicio mayor a lo originalmente presupuestado por 2 mil 760 millones de pesos, debido a la actualización de casos y cuantía por revisión salarial.
Con base en las estimaciones en el corto plazo, indica, la dirección de Finanzas proyecta que al final de 2021 los ingresos totales del Instituto llegarán a 934 mil 20 millones de pesos y el gasto total a 917 mil 690 millones.
Para el cierre de 2021, el IMSS prevé un incremento de 1.9 por ciento en los ingresos por concepto de cuotas obrero-patronales, y disminuciones de 1.4 por ciento en las aportaciones estatutarias del Gobierno federal y de 7 por ciento en los productos financieros por menores tasas de rendimiento.
Espera además un aumento de 8.7 por ciento en las pensiones en curso de pago.