El presidente de Kazajistán, Kassim-Jomart Tokayev, ha dado órdenes de disparar a matar para tratar de hacer frente a los disturbios organizados por unos manifestantes que considera “bandidos y terroristas”. Aquellos que no se rindan serán “destruidos”, amenazó.
Medios locales dicen que la violencia sigue. Pero Tokayev ha asegurado que el orden constitucional ha sido mayoritariamente restablecido después de varios días de disturbios sin precedentes que han llevado incluso al envío de tropas de apoyo desde Rusia. “Ayer, la situación en Almaty, Aktobé y en la provincia de Almaty se fue estabilizando. La introducción del estado de emergencia empieza a dar resultados. Se va restableciendo la legalidad constitucional a lo largo del país”, dijo Tokayev.