Con un espectáculo nunca antes visto en Córdoba, se inauguró el Octavo Festival Emilio Carballido; directamente desde el gigante de Asia, la Compañía Nacional de Ópera China de Pekín hizo su debut en esta ciudad con la representación de La Casamentera. El teatro Pedro Díaz fue el lugar que albergó este show de talla internacional, que por primera vez llegó a México haciendo parada en esta ciudad.
Distinto de la ópera convencional que se aprecia en el occidente, en la que se hace un distingo en las voces de los actores, el canto en la Ópera China es con sonidos más altos y fuertes, alusivos a su cultura, por lo que puede causar extrañeza en el espectador.
Más que ver un espectáculo músical y de danza, la Ópera China de Pekín es la apreciación de un show milenario, que conjunta la belleza y extravagancia del vestuario y maquillaje, las artes marciales y las acrobacias, pero sin lugar a dudas, la muestra de los principios de la cultura china.
La historia de La Casamentera, que es sinónimo de Celestina o Chaperona, muestra una trama de comedia y amor, de dos enamorados que para estar juntos tienen que conseguir ciertos caprichos impuestos por la mamá de la protagonista, pero mientras tanto son ayudados por la sirvienta de la joven con su amorío.
En la historia hay desde drama, risas y tragedia; el relato se remonta a la Dinastía Tang, Cui Ying-ying es hija del Primer Ministro de la corte Tang y el joven estudiante Zhang Junrui se enamora de ella, pero ante la aproximación de una guerra, se le pide que impida este hecho para poder casarse con la Cui Yingying.
Cientos de personas apreciaron el debut dentro y fuera del Teatro Pedro Díaz, de este relato oriental escrito por Wang Shifu de la Dinastía Yuan.
