DE LA REDACCIÓN
EL BUEN TONO
REGIÓN.- La reciente designación de Cuitláhuac García Jiménez como director del Centro Nacional de Control del Gas Natural (Cenegas) representa una afrenta para los ciudadanos de Veracruz y para todos los mexicanos que anhelan un gobierno basado en la eficiencia, la transparencia y los resultados. ¿Cómo es posible que un gobernador que deja tras de sí un estado devastado reciba un puesto estratégico a nivel federal?
Durante su gestión, Veracruz se hundió en una crisis sin precedentes, marcada por la inseguridad, la corrupción y el nepotismo. Aquí enumeramos los desastres que definieron su mandato:
1. Primer lugar en secuestros
Con 1,062 casos acumulados, Veracruz lideró las cifras nacionales en este delito, dejando a cientos de familias en el terror y la incertidumbre.
2. Víctimas de tortura y tratos crueles
El estado ocupó el primer lugar en víctimas de tortura, con 4 mil 643 casos que representan el 15.5 % de las cifras nacionales, evidenciando una crisis grave de derechos humanos.
3. Tomas clandestinas de gas L.P.
Veracruz obtuvo el segundo lugar en tomas clandestinas, exponiendo la incapacidad de su gobierno para controlar actividades ilegales que afectan la seguridad energética del país.
4. Extorsiones
Con 4 mil 785 casos registrados, el estado también ocupó el segundo lugar a nivel nacional, mostrando una alarmante impunidad en este delito.
5. Feminicidio
El gobierno de García Jiménez se caracterizó por ser uno de los peores en la protección de las mujeres, con 512 feminicidios registrados, el mayor número a nivel nacional.
6. Desapariciones de mujeres
Durante su mandato, 3 mil 515 mujeres fueron reportadas como desaparecidas, según el Observatorio Universitario de Violencia Contra las Mujeres.
7. Aprobación mínima de su gestión
Sólo el 22.7% de los veracruzanos aprobó su gobierno, un reflejo del rechazo generalizado a su administración.
8. Subejercicio presupuestal
Devolvió 753 millones de pesos a la Federación, fondos que pudieron haberse destinado a atender necesidades urgentes del estado.
Lejos de enfrentar las consecuencias de su pésima gestión, García Jiménez es ahora recompensado con un puesto estratégico en el ámbito federal.
Claudia Sheinbaum, justifica este nombramiento, pero no por méritos, sino por lealtad política.