Cuenta la historia que envalentonado —porque él sí había logrado sacar varias reformas en las que no habían podido avanzar sus antecesores—, el presidente Enrique Peña Nieto decide organizar una representación del nacimiento de Jesús, con los principales actores políticos del país.
Lo primero que decide hacer es convocar a la firma de La Posada por México, para avanzar en una posada estructural de gran calado. También contrata a Ric Birch, el productor australiano que participó en la organización de las Olimpiadas de Los Ángeles, Barcelona, Sydney y Pekín. Además de los festejos del Bicentenario de la Independencia de México.
Uno por uno llegan los políticos y funcionarios al Zócalo donde ya se tenía toda la infraestructura dispuesta y lista para sólo distribuir los papeles. Toma el micrófono Birch para dar instrucciones y Martí Batres, presidente de Morena lo interrumpe: “No le bastó con el petróleo, ahora el gobierno federal también quiere privatizar nuestra posada y entregarla a intereses extranjeros. La presencia de este señor lo demuestra”. Después de un rato, finalmente lo convencen de quedarse callado.
“Necesitamos a alguien inocente que pueda representar el papel de niño Dios”, señala Birch. Inmediatamente todos voltean a ver al jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, quien señala: “¿Qué? Ya les dije que no creía que me iban a chiflar en el informe de Dolores Padierna”.
Pero entonces Mancera queriendo demostrar lo democrático que es, añade: “Propongo que se haga una consulta para saber si la gente quiere que la posada sea de entrada libre o que se cobre cinco pesos. Anticipo que la gente querrá que se le cobre”.
Moviendo la cabeza de un lado a otro, el organizador continúa: “Necesitamos tres Reyes Magos”. “Momento”, señala el Secretario de Hacienda, Luis Videgaray, “Sólo hay que recordarles a los Reyes que si van a traer a sus animales tienen que pagar el impuesto por importación y el IVA en la alimentación de sus mascotas”.
Suspirando profundamente, el australiano continúa: “Necesitamos un coro”, “no se preocupe”, dice un asesor, “tenemos a los policías cantores de Morelia. Les sale muy bien la de: Noche de Paz, noche de horror, todos tiemblan en terror. Entre templarios que esparcen su luz…”.
Entonces el líder nacional del PAN, Gustavo Madero, señala: “El PAN no está dispuesto a participar en ninguna Posada, sin antes hacer una modificación al guión, queremos que se incluya el fantasma de la Navidad”.
“Muy bien señor Madero”, responde inmediatamente el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, dispuesto a ceder para que el PAN no les eche abajo la Posada: “Traigan a Fausto Vallejo desde Michoacán”.
“Necesitamos actores que la hagan de bueyes, burros y borregos”. “Casualmente tenemos algunos pastando, perdón, descansando en la Plaza de la República. Si promete que se los lleva hasta se los regalamos”, señala el secretario de Gobierno del DF, Héctor Serrano.
El organizador australiano comienza a desesperarse cuando se da cuenta de que había una valla metálica alrededor del pesebre: “¿Quién hizo eso?” a lo que responde el comisionado de Seguridad Nacional, Manuel Mondragón: “Nosotros, porque nos dijeron que venían los de Morena y del PRD y no quisimos correr riesgos”. “Pero si ¡son invitados!”. “Perdón, la costumbre nos ganó”.
“Yo creo que a esta Posada por México ni la patita se le mueve, por lo que el PRD ha decidido que si llevan a cabo esta Posada, haremos una consulta en 2015 para echarla abajo”, dice entonces Jesús Zambrano, líder nacional del PRD.
Ante eso, Birch decide tomar el primer avión que lo llevara de regreso a su país, lo más lejos del Zócalo capitalino.
Los mejores deseos.
Ha llegado el momento de hacer una pausa de fin de año. La inmaculada Percepción regresará el próximo 12 de enero con mucho entusiasmo. Que tengan unas felices fiestas y que 2014 sea un año donde ni los políticos ni sus ocurrencias, puedan quitarles la sonrisa y la satisfacción por los logros obtenidos.