Córdoba.- Aunque la obligación de los gobernantes es mantener tranquila a la ciudadanía, sobre todo ante la presencia de actos de violencia, éstos en muchos de los casos prefieren evitar comentar al respecto.
En la localidad, durante los últimos días, se han presentado una serie de actos de violencia, algunos cometidos en horarios y lugares que anteriormente se consideraban como “tranquilos” y del gusto de la población, tales como el centro de la cuidad o centros comerciales.
Ante esto, tanto el Gobierno municipal que encabeza Francisco Portilla Bonilla -el alcahuete de Lavín- como los grupos de seguridad, han optado por mantenerse herméticos, generando la incertidumbre de la ciudadanía, la cual al no contar con la información necesaria continúa exponiéndose ante la delincuencia.
Y es que Portilla Bonilla, ante esto, sólo se ha limitado a señalar que la ciudadanía prefiere visitar el arbolito de Navidad y llevarse la foto del recuerdo con Santa Claus, antes de ofrecerle a la población un verdadero mensaje que proporcione la tranquilidad y certidumbre que la población cordobesa necesita.
En este caso el alcalde priista, lleno de buenos deseos navideños, ha dejado de lado que al ser la cabeza de la administración municipal que ha dirigido durante estos dos años, la ciudadanía le exige que emita algún mensaje que brinde la tranquilidad que se ha ido perdiendo en la localidad, el cual aunque se encuentre lleno de mentiras como lo acostumbrado, esclarecería la situación actual del municipio.
De la Redacción
El Buen Tono