Córdoba. – En medio de un fuerte dispositivo de seguridad, cinco patrullas de la Policía Estatal, cada una con seis elementos, trasladaron a las instalaciones de la Unidad Integral de Procuración de Justicia, a los ocho trabajadores detenidos durante la manifestación que realizaron en la avenida 11 entre calles 17 y 19, así como también se detuvo de manera violenta a un empleado de la Presidencia Municipal.
Durante horas, los detenidos esperaron que se les informara la causa de su detención, pero al lugar nunca llegó ningún fiscal, por lo que les indicaron que serían remitidos nuevamente a las instalaciones del Mando Único.
Sin embargo, por las lesiones y los golpes recibidos, tres de los detenidos, dos de ellas mujeres, tuvieron que ser trasladados al servicio médico. Un compañero fue ingresado a la Cruz Roja, mientras que dos mujeres, golpeadas e intoxicadas por gases lacrimógenos, fueron trasladadas primero al Hospital de Fátima, en donde les negaron la atención, y posteriormente al Sanatorio Huerta, en donde fueron internadas.
El ejercer su derecho a la libre manifestación de sus ideas y la defensa de su fuente de trabajo, provocó que un nutrido y violento grupo de antimotines de la Secretaría de Seguridad Pública, llegara con el claro objetivo de provocar a los manifestantes para proceder a la agresión y la detención de algunos de ellos.
Sin definir durante el resto del día la causa de su detención, los detenidos fueron trasladados nuevamente por la tarde-noche a las instalaciones de la Fiscalía Regional, a fin de que rindieran su declaración, mientras tres de ellos permanecían hospitalizados.
Durante la manifestación realizada frente a Palacio Municipal, la Policía Estatal extendió la agresión contra empleados municipales, pero también contra adolescentes estudiantes de la ESBAO, que habían llegado a Presidencia Municipal a realizar una tarea.
Al lugar llegó el candidato a diputado federal, José Abella, acompañado del candidato suplente, Cristóbal Abella, quienes pretendieron ingresar a Palacio municipal para solicitar una reunión con la alcaldesa Leticia López.
En su intento por entrar, fueron también agredidos por los policías estatales, quienes no lograron impedir que entraran al edificio. El hecho motivó que nuevamente se encendieran los gritos en contra de Yunes, lo que motivó nuevas agresiones violentas por parte de los uniformados contra los trabajadores que ahí se manifestaban.