Sandra González
el buen tono
Orizaba.- Los hechos delictivos en Orizaba y las Altas Montañas no dan tregua ante la grave impunidad que hay en las instancias encargadas de impartir el orden y la justicia. Lamentablemente, el Inegi hace evidente la problemática al reportar una cifra preliminar de 13 mil 594 homicidios en el estado, aportando que en la última década el Gobierno de Cuitláhuac tiene uno de los años más sangrientos, así lo manifestó el vocero de la Diócesis de Orizaba, Helkyn Enríquez Báez.
De acuerdo con el Inegi, en el reporte de “Defunciones por homicidio de enero a diciembre”, los dos años más violentos en Veracruz en la última década fueron en el bienio de Miguel Ángel Yunes Linares y en el primer año de Cuitláhuac García Jiménez, lo anterior debido a que en el 2017 se registraron mil 851 casos y en 2018 mil 516. Ante ello, refirió que “lamentablemente, sabemos que es un estado que ha sufrido mucho de la violencia, aunque algunos lo nieguen y que se suma a los más de 160 mil personas que en nuestro país han muerto.
Dijo que se espera que se reconozca el problema para que se pueda combatir y recuperar la paz en las comunidades para el desarrollo integral de nuevas generaciones, por eso, “la necesidad prioritaria ahora, antes que pensar en un ambiente electoral, sería construir una sociedad más pacífica”.
Además, ante el alza de hechos delictivos en la zona, integrantes de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) han tenido que instalar equipos de videovigilancia, el incendio de un corralón por sujetos armados y el asesinato de un trabajador del Poder Judicial; el sacerdote manifestó que “lo que pareciera promover todo este tipo de acontecimientos es la impunidad que muchas veces se tiene ante la comisión de delitos”.
Agregó que de darse uno solo de estos acontecimientos en alguna otra parte del mundo ya se hubiera iniciado toda una investigación; sin embargo, en México pareciera que esto no ocurre.
