DE LA REDACCIÓN
EL BUEN TONO
XALAPA.- Hoy llega a su fin el mandato de Cuitláhuac García Jiménez, un sexenio que muchos consideran el peor que ha vivido Veracruz en su historia reciente.
Durante su comparecencia ante el Congreso del Estado con motivo de su sexto y último informe de gobierno, ayer el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, fue blanco de fuertes críticas por parte de la oposición. Legisladores no solo señalaron su administración como la peor en la historia de Veracruz, sino que incluso le entregaron un simbólico reconocimiento por su presunto mal desempeño.
Entre los momentos más tensos, destacó el enfrentamiento entre el gobernador y el diputado local Héctor Yunes Landa, quien lo acusó directamente de ser el peor mandatario del estado. “Encomiéndese a Dios para que la culpa no lo persiga”, le espetó Yunes Landa, dejando clara la postura crítica de la oposición frente a su gestión.
El gobernador se despide prácticamente por la puerta trasera, dejando tras de sí un hedor de corrupción, nepotismo y desgobierno que marcará su paso por el Palacio de Gobierno como un período de decadencia y descomposición institucional.
Desde el inicio, García Jiménez se presentó como un representante de la llamada Cuarta Transformación (4T), una esperanza de cambio para un estado golpeado por décadas de administraciones corruptas y autoritarias. Sin embargo, los hechos revelan que su gobierno no solo replicó las viejas prácticas de saqueo, sino que las perfeccionó, colocando a su círculo más cercano como beneficiarios directos de los recursos públicos.
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