Juan López
EL BUEN TONO
Córdoba.- Con el acompañamiento de políticos sin alcance o representación, además de ser repudiados por la población, y con la visible ausencia de un grupo numeroso del PRI y PAN, tal es el caso del grupo Córdoba, preludio de una desbandada de militantes, se presentó en su primer acto de campaña el ex senador por Veracruz, Pepe Yunes Zorrilla.
En ese sentido, personajes rechazados en esta zona como lo es Juan Bueno Torio y Leticia López Landero, que acostumbrados a lo que reza el algoritmo en política que para estar en este ambiente hay que tragar sapos, en esta ocasión ambos personajes se presentaron en el recinto antorchista, cuando en campañas anteriores fueron corridos, la gente los trató como apestados, dejando respectivamente sus evidencias en redes sociales. Pero ahora, se tuvieron que tragar su orgullo y presentarse en dicho lugar. ¿A quién le pesará más su presencia? ¿A antorchistas o el rechazo que esos políticos tienen por dicha organización?
Hablando de antorchistas, otro de los presentes fue el senil líder antorchista, quien en conjunto con la mayoría del grupo que acompañó a Pepe Yunes, ya son del grupo “Viejestar”, aquellos que, a pesar de tener otra creencia política, bien que van a cobrar su pensión de Bienestar, pues varios se equivocaron de mitin y acudieron al de Pepe Yunes.
Y ya hablando de rancios tramposos, repudiados y considerados los dos peores alcaldes de Córdoba en los últimos 20 años, Paco Portilla y Juan Lavín, si hay algo que existe como ejemplo perfecto de corrupción, tráfico de influencias, daño patrimonial, mal gobierno y hartazgo social, en resumidas cuentas el viejo PRI son ellos, pues ahí estaban presentes.
Abandonados ahora por empresarios, líderes culturales, sociales y demás sectores de la sociedad productiva, los Pepe Yunes se quedan sin más, sin cobija alguna y con un reducido número de priistas, con la amenaza de un gran sector de simpatizantes tanto del PRI como del PAN de abandonar sus recovecos ante las mismas prácticas, personajes y la dinámica de siempre, señalando que siguen y seguirán sin prender el ánimo del electorado.
