De la redacción
El Buen Tono
Región.- El 8 de marzo, durante las manifestaciones con motivo del Día Internacional de la Mujer, la ciudad de Orizaba fue testigo de un lamentable despliegue de violencia y vandalismo que dejó al descubierto la incapacidad de la Policía Municipal para garantizar la seguridad y el orden.
A pesar de presumir una reciente certificación por parte del programa CALEA (Commission on Accreditation for Law Enforcement Agencies), la actuación de los elementos policiacos fue calificada como deficiente y poco profesional por ciudadanos.
Durante las protestas, integrantes del grupo Marea Verde-Altas Montañas protagonizaron actos de violencia y destrucción que incluyeron la vandalización de infraestructura pública.
Postes de semáforos, muros, la emblemática estatua a la Madre y la fachada del Palacio de Hierro fueron dañados, con cristales templados quebrados y puertas y ventanas destruidas. Además, se reportaron agresiones a mujeres.
Frente a estos actos, la Policía Municipal de Orizaba mostró una alarmante falta de capacidad para prevenir y responder a los incidentes.
Ciudadanos y activistas cuestionaron severamente la efectividad de la certificación CALEA, que en teoría garantiza un servicio policial más eficiente.
