La Final de la Champions League siempre promete emociones intensas, pero este año, el espectáculo no solo estuvo en el campo. Durante el primer minuto del partido entre Real Madrid y Borussia Dortmund en el mítico estadio de Wembley, un par de aficionados fueron capturados por la policía tras saltar a la cancha, generando un momento de caos y asombro entre los más de 90 mil seguidores presentes.
Un Atrevido Salto a la Fama (y a la Fortuna)
Con la atención mundial centrada en el evento, estos intrépidos seguidores llevaban camisetas blancas con diversas cuentas de redes sociales impresas en la espalda y realizaron el icónico ‘Siiiuuu’ de Cristiano Ronaldo. ¿El motivo? Un lucrativo reto lanzado por el streamer ruso ‘Mellstroy’.
El Reto de Mellstroy y la Recompensa Millonaria
Antes del inicio del partido, Mellstroy desafió a sus seguidores a invadir el campo para promocionar sus redes sociales, ofreciendo una recompensa de 350 mil euros a quien lo lograra. Esta suma, que equivale a cerca de 6 millones y medio de pesos mexicanos, convirtió el reto en una tentación irresistible para algunos.
Consecuencias y Repercusiones
Aunque el seguidor que aceptó el desafío ahora se enfrenta a una prohibición de por vida para asistir a eventos en estadios ingleses, la recompensa económica podría cambiarle la vida. Este incidente ha generado un gran revuelo en las redes sociales y la comunidad futbolística, mientras se espera confirmar si el aficionado realmente recibirá la prometida suma millonaria.
Un Título para el Real Madrid
En medio de esta controversia, el Real Madrid logró alzarse con el título de la Champions League, venciendo al Borussia Dortmund y sumando un trofeo más a su ya impresionante palmarés. Sin embargo, la invasión del campo y su consecuente drama se ha convertido en uno de los momentos más comentados de la final.
Este incidente en Wembley no solo añade un capítulo inesperado a la historia de la Champions League, sino que también plantea preguntas sobre la seguridad en los estadios y las medidas necesarias para evitar que retos de internet pongan en riesgo la integridad de los eventos deportivos más importantes del mundo.