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POETA DEL PUEBLO

Superiberia

Al cantautor Juan Gabriel le decían “El Filósofo de Ciudad Juárez”, pues plasmaba con maestría la sabiduría popular en sus composiciones. Comparado con el gran Cuco Sánchez, quien en su tiempo también fue llamado “El Filósofo del Pueblo”, Juan Gabriel  llevó la tristeza por los desamores, los distanciamientos, las traiciones y la soledad, hasta las claves musicales, convirtiendo en arte esos sentimientos para hacerlos más llevaderos. Escribió poesía más que canciones comunes.

La cúspide de la literatura es la poesía, el género más difícil de dominar y Juan Gabriel lo dominó desde su inicio, fue maestro  en Sonetos, Tercetos y Alejandrinos, sólo que estos ya llevaban la música incluida. Con su genio, la lógica se trastocó, pues no hizo falta que un poema se transformara en canción como, en teoría, es la ruta, que él mismo escribió  poesía ya hecha melodía. A Juan Gabriel no hay que llorarlo, las leyendas no lo necesitan, sino honrarlo cantando sus poemas, su herencia invaluable para el mundo.

 LA DIFERENCIA

 La forma es el fondo, dicen algunos, y en efecto, eso está demostrado con el proceso iniciado por el gobernador electo, Miguel Ángel Yunes, para la elaboración del Plan Veracruzano de Desarrollo 2016-2018, cuyos foros consultivos tendrá organizadores de calidad: los pensantes  de la Universidad Veracruzana (UV), institución responsable del esquema de recopilación, tratamiento y esquematización de la información.  Y ahí está la diferencia, porque hace seis años la organizadora de los foros fue la exreina del Carnaval y exconductora de Telever, Ana Guadalupe Ingram.

Ella, a través del esquema llamado “¿Y tú qué plan?, fue la responsable de acopiar la información y preparar el material para elaborar el Plan Veracruzano de Desarrollo 2011-2016.  En realidad los foros fueron organizados por  el propio Gobierno Estatal,  llenados con acarreados del PRI – y hay la versión de que en uno de esos foros, realizado  en la Cuenca del Papaloapan, acudieron a opinar capos locales del crimen organizado, invitados  por dos exfuncionarios fidelistas, uno que actualmente es Delegado Federal y otro, líder de una organización campesina-.

 Al final el armatoste quedó redactado con lugares comunes que terminaron en grandes mentiras. Por ejemplo, los cuatro ejes que sustentaban el plan duartista, eran “construir el presente para todos, una economía fuerte para el progreso de la gente, consolidar un Veracruz sustentable (sic) y desarrollar un Gobierno y una administración eficiente y transparente”. ¿No es para retorcerse de risa? Se hizo todo lo contrario, los funcionarios estatales fortalecieron  sus economías personales y la de sus cómplices, y la actual administración será recordada por  la corrupción. Nunca fue ni eficiente ni mucho menos transparente.

Tan de guasa fue la integración de ese plan, que el llamado  “¿Y tú qué plan?”, evolucionó  en un programa de radio que se llamó “¿Y tú qué onda?, trasmitido por RTV  y en el que se mezclaba la farándula con los proyectos del Gobierno. Ah, y el eslogan tanto del programa como de los foros de consulta, era una frase digna del melodrama “La Rosa de Guadalupe”: “Estamos tocando corazones y creando conciencias”.

 Al  menos ahí está la gran diferencia con el plan que coordina la UV: nada que ver la señora Ingram con los investigadores universitarios y la comparación es ociosa. Ana Guadalupe Ingram, es actualmente Delegada Estatal de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) y también es la carta de la fidelidad transexenal, para contender por la alcaldía de Veracruz el próximo año

El Gobernador electo afirma que dicho plan contendrá  las bases para “construir un nuevo Veracruz”, pero ahí el verbo indicado es “reconstruir”, porque los doce años de fidelidad sumados a los seis años del alemanismo dejaron a la Entidad en ruinas.  Es necesario pues, un plan de reconstrucción y por supuesto, no un catálogo de buenas intenciones. No se necesita que la demagogia se convierta en texto que no se podrá cumplir y ahí los intelectuales de la UV deben moldear el proyecto con las circunstancias económicas de la Entidad. 

Claro, también hay que entender que aunque el nombre sea de un plan bianual, en realidad será para ocho años, los dos de Miguel Ángel Yunes Linares y los seis de Miguel Ángel Yunes Márquez, que será el octenio de la reconstrucción. El Ejecutivo del siguiente sexenio, 2024-2030, llegará al poder con un Gobierno estable y la economía en recuperación, si es que los Yunes cumplen sus promesas de sanear las arcas estatales y recomponer la vida pública de la Entidad.

Por cierto, se confirmó que el diputado plurinominal Sergio Hernández Hernández, será el coordinador de la fracción parlamentaria del PAN en la próxima Legislatura. Todo un ‘volado’ para el Gobierno de Yunes Linares, porque Hernández no tiene ni experiencia parlamentaria ni de servidor público. Es más, ni siquiera ha concluido su carrera universitaria de Leyes. Al parecer quieren imitar al Congreso saliente, a cuyos integrantes, nada más les faltó rebuznar.

La preparación académica es insustituible y la experiencia en el arte de la política será requerida como nunca, porque la composición de la Legislatura será plural. Entonces habrá que echar mano del cabildeo y los acuerdos, algo que ni el señor Hernández ni siquiera sabe que existe. Entonces, para nadie será un secreto que el gran cabildero y el legislador real tendrá que ser Yunes Linares, pues cayó en la tentación de mandar a la guerra a un recomendado del dirigente José Mancha para que le estropee las batallas. Ya se dijo, hasta al mejor cazador se le escapa la liebre.

 BARATERO

Resuena el escándalo porque Cuauhtémoc Blanco cobró 7 millones de pesos al Partido Social Demócrata (PSD), por ser candidato a la Presidencia Municipal de Cuernavaca. Pero el ‘quemón’ no es por haber vendido su participación electoral,  sino por lo barato que salió el exfutbolista. En Veracruz, la fidelidad le pagó 25 millones de pesos a Julio Saldaña para  traicionar al PAN y ser candidato a la Alcaldía y a la Diputación, con el fin de restarle votos a los abanderados yunistas.  A Juan Bueno Torio le entregaron más de 50 millones –dice la leyenda- y fue “en euros” –presume el innombrable- para rescatar su plaza Andamar con tal de que se disfrazara de candidato independiente y tratar de robarle sufragios a Yunes Linares.

A la exconductora de Telever, Aracely Baizabal le dieron, sugiere la especie, 10 millones de pesos para competir contra Maryjose Gamboa –otros dicen que fueron 15 millones- y al munícipe porteño Ramón Poo, así como  al exalcalde xalapeño Ricardo Ahued, les pagaron con contratos de proveeduría –con montos de más de siete ceros- para ser abanderados del tricolor. Hasta los expanistas Alba Leonila Méndez y Alejandro Vázquez Cuevas, están mejor cotizados que el edil cuernavaquense,  pues cada uno cobró 15 millones de pesos para ser candidatos del PT y Encuentro Social, respectivamente, contra Yunes Linares. Frente a ellos,  Blanco es un pobre marchante de la central de abastos.

DESAPARECIDOS

La desaparición forzada de personas es una estrategia para infundir terror entre los ciudadanos, para inocularles la sensación de indefensión y dolor que los marca para siempre. Aún cuando la persona plagiada logre retornar con vida, las secuelas psicológicas e incluso físicas no desaparecerán jamás. Tampoco se borrarán en los familiares y amigos, e incluso toda una comunidad puede quedar marcada por el suceso. Lo mismo si el secuestrado no llega a aparecer nunca. La desaparición forzada es, pues, una cicatriz de por vida.

Ayer martes fue el Día Internacional de los Desaparecidos, decretado por la Organización de Naciones Unidas a petición de organismos defensores de Derechos Humanos, y México es uno de los campeones mundiales en dicha estadística. Oficialmente hay 27 mil desaparecidos desde el año 2006, pero las organizaciones civiles apuntan a que la cifra podría ser el doble por el subregistro y la no denuncia de casos. Es decir, más de 50 mil personas han sido privadas de su libertad y no han retornado con los suyos. Todo un genocido.

Veracruz, por su parte, es un camposanto. El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, reportaba hasta el mes de julio a 627 personas desaparecidas del 2010 al 2015, a razón de un secuestro cada tres días durante los primeros cinco años de este sexenio, pero las organizaciones civiles afirman que la cifra se queda corta. Habría, en realidad, entre mil 200 y 2 mil personas desaparecidas. El dato punzante es que en el 80 por ciento de los casos estuvieron implicados agentes policíacos estatales o municipales, que llenaron de tumbas ilegales a todo el territorio estatal.

Tan solo en el último mes se localizaron 52 fosas clandestinas en Colinas de Santa Fe, un paraje anexo a la ciudad de Veracruz y todavía no hay una cifra exacta de las personas que allí fueron inhumadas ilegalmente. A eso se le suman las otras fosas  descubiertas por organizaciones de familiares de desaparecidos en Córdoba, Amatlán de los Reyes y Paso del Macho, y otras tantas que han sido descubiertas en otros puntos de la Entidad.

Los activistas calculan que durante el presente sexenio, una persona desapareció diariamente. De ese tamaño es la tragedia, pero el drama empeora porque  en las fosas clandestinas se ha localizado restos de ancianos, hombres y mujeres, así como niños e incluso algunos bebés que fueron plagiados, torturados, mutilados y asesinados. Una sociedad que permite que sus niños y sus viejos tengan ese des

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