AGENCIA
Chilpancingo, Guerrero.- Pobladores de la comunidad de Chautipan, ubicada en la Sierra de Chilpancingo, despidieron este sábado a once de sus familiares en un emotivo y doloroso entierro realizado a las 4 de la tarde en el panteón local. Los fallecidos, entre ellos dos mujeres, cuatro adolescentes y cinco hombres, fueron velados en un patio de la comunidad, donde se alinearon los ataúdes para el último adiós.
Las víctimas, cuyos cuerpos fueron entregados el viernes por el Servicio Médico Forense (Semefo), fueron localizadas en la batea de una camioneta abandonada en el Parador del Marqués, punto de intersección entre la autopista del Sol y la carretera federal Acapulco-México. Sus familiares pasaron horas en el Semefo, tratando de identificar a sus seres queridos, quienes desaparecieron durante los últimos días de octubre mientras realizaban actividades comerciales en la región.
La tragedia de Chautipan ha vuelto a poner en el centro del debate la violencia en Guerrero. Los pobladores de la comunidad hicieron un llamado urgente a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y a la gobernadora Evelyn Salgado para que intensifiquen los esfuerzos en la búsqueda de las otras seis personas que aún siguen desaparecidas, cinco hombres y un adolescente, cuya localización sigue siendo incierta.
El suceso ocurrió en el contexto de una operación del Ejército mexicano, que desplegó a 400 soldados para localizar a 17 personas reportadas como desaparecidas en la comunidad de El Epazote, Chilapa, entre el 22 y el 27 de octubre. Los primeros desaparecidos, dos adultos y cinco adolescentes, llegaron a El Epazote el 22 de octubre para vender utensilios, seguidos de otros dos grupos que acudieron a buscarlos tras perder contacto, sin que ninguno regresara.
El Epazote, una comunidad vecina de Tlanicuilulco, municipio de Quechultenango, está en una zona bajo el control de “Los Ardillos”, organización criminal señalada por el Ejército como la presunta responsable de la retención de estos comerciantes.