Efraín Hernández
el buen tono
Orizaba.- Siempre hay una historia detrás de cada imagen y lo mismo ocurre con los tatuajes, pero también hay una historia de vida de quienes lo plasman, tal es caso de la joven Valeria Castillo, Valery Pink, quien desde hace dos años se dedica al arte de grabar imágenes permanentes en los cuerpos.
La joven narró para los micrófonos del Buen Tono que desde hace un año y medio se incursionó en el mundo del tatuaje por invitación de una amiga que se dedica al mismo oficio
“Ella me invitó a incursionar porque ya conocía del armado de las máquinas al igual que el manejo de las tintas. Me preguntó que por qué no me dedicaba a esto o bien por qué no lo intentaba, le respondí que por miedo”, expresó.
Valeria señaló que ella tenía un negocio, pero derivado a las bajas ventas que se suscitaban y la escasez de trabajo tuvo que darle un giro a su vida, pues tiene tres hijos y tenía que buscar la manera de proveerlos de
alimento.
“Comencé a anunciarme en grupos de Facebook como aprendiz de tatuador y únicamente cobrando lo del material con precios de 100 pesos”, manifestó.
Recordó que fueron varias personas que le dieron la oportunidad de practicar en su piel.
“Tenía nervios porque yo les decía, soy aprendiz ¡no sé!”, confesó.
Abundó que un amigo, el cual tiene mucho tiempo en el rubro le pidió un tatuaje. “yo le dije cómo crees, no sé, él me decía yo te voy diciendo y más me ponía nerviosa, ya que él me miraba cuando yo agarraba la máquina etc.”, recordó.
Con el pasar de los meses fue adquiriendo práctica hasta perder el miedo, “él (su amigo) fue mi primer tatuaje”.
“Nos hacemos tatuajes para rendir homenaje a las personas y a las cosas que amamos. Este tipo de arte sirve para representar cosas muy importantes para nosotros o completamente insignificantes. Hay quien prefiere guardarse la experiencia para sí mismo, y hay quien prefiere compartirla”, externó.
Subrayó que ha sabido combinar el ser ama de casa y tatuadora, ya que ella es una de esas miles de historias que se tejen en esta Ciudad de las Aguas Alegres.