AGENCIA
EEUU.- El gobierno de Estados Unidos ha pedido la “deportación inmediata” de Héctor Alejandro Cabrera Fuentes, el primer mexicano acusado de espionaje en ese país. La solicitud tendría efecto una vez que el científico oaxaqueño cumpla la sentencia que le imponga el Juez el próximo martes.
El mexicano confesó haber espiado para el gobierno de Rusia, un reporte carcelario de buena conducta y 10 cartas escritas por familiares y científicos de varios países, quienes al igual que la Fiscalía estadounidense quieren que sea puesto en libertad y regresado a México.
Las razones del gobierno de ese país es que los cargos lo ameritan: “El acusado estaba bajo la dirección y el control de una persona que se cree que era un funcionario del gobierno ruso. La forma en que el acusado se comunicó con él, en este caso es consistente con las tácticas de los servicios de inteligencia rusas para detectar, evaluar, reclutar y manejar activos y fuentes de inteligencia”.
“Recibí un Aviso de intención de solicitar la expulsión judicial el 9 de junio de 2022”, dijo Cabrera Fuentes. También ha renunciado al derecho a una audiencia ante un Juez de inmigración o cualquier otra autoridad para intentar permanecer en ese país. Aunque la sentencia se dictará el próximo martes 21 de junio, la Fiscalía ya ha publicado una petición para su deportación inmediata a México.
En este documento exponen que Cabrera ingresó a Estados Unidos con una visa B1, de turista. Por otra parte, en las 10 cartas enviadas al juez Donald M. Middlebrooks, el mismo Cabrera se sincera y acepta responsabilidades: está pagando muy caro el delito de haber aceptado trabajar para el gobierno ruso.
Victor Serebruany, profesor de Neurología en la Universidad Johns Hopkins, señala que el mexicano “es un líder natural, pero confía demasiado en la gente. Está claro que su exposición mundial lo hace vulnerable a las malas personas para aprovecharse de él y usarlo”.
Su madre Lucilla Fuentes, escribe desde Espinal, Oaxaca, el pueblo donde nació: “Ahora le pido a Dios que sigas volando y persiguiendo lo que amas y que te dejen seguir aportando conocimiento a la humanidad”.
Desde el otro lado del mundo, el profesor del Departamento de Física de la Universidad de Hong Kong, Luis Roberto Flores Castillo, le dice al juez: “Creo que es una pérdida para todos que, precisamente en un momento en que hay una necesidad tan apremiante de trabajo e investigación médica, a Héctor se le impida ayudar”.
PARA SABER
En un requerimiento de deportación se lee que el científico mexicano recibió la orden de otro espía ruso: tenía que rentar a través de un intermediario un departamento en el condado de Miami-Dade, para llevar a cabo labores de inteligencia. Ahí vivía su objetivo, un agente del gobierno de Estados Unidos.
Otra de las operaciones que tenía que llevar a cabo Héctor, y que ya había cumplido, era recopilar información sobre un vehículo de un funcionario estratégico del gobierno estadounidense; él siguió sus movimientos e informó la ruta y los lugares donde se estacionaba.