Orizaba.- Cientos de personas salieron a las calles de esta ciudad para manifestarse en favor de la vida durante la Jornada Diocesana por la Vida; una carrera deportiva y una marcha por las principales calles de esta ciudad, le dieron colorido la mañana de ayer; por otra parte, el padre Helkin Enríquez Báez se dirigió a los legisladores para que consulten antes de aprobar una ley, ante la posibilidad de aceptar la unión de personas del mismo sexo y leyes que atenten contra la vida.
En este sentido, aseguró que es necesario que se generen figuras democráticas como el plebiscito o la consulta, ya que esto ayudará para que todos estén de acuerdo con las leyes, “a veces se acuerdan leyes en donde sólo un sector pequeño es el que está de acuerdo o sale favorecido, y no toman en cuenta a la población en general, yo creo que si queremos un país democrático, es necesario que se genere la opinión de la sociedad”.
Indicó que los legisladores no se deben regir por una agenda, sino por la población a la que representan.
“Nosotros como cristianos debemos seguir trabajando debido a que prevalece una cultura de la muerte como la que se está viviendo, tenemos una labor constante de pronunciar el evangelio de Jesucristo; Jesús es el Dios de la vida”.
Abundó que a nivel civil, deben reconocer que la realidad no puede promover otros valores sin tener el que nos representa fundamentalmente, como lo es la vida, la cual tiene todos los fundamentos y valores.
“Todo lo que atente contra la vida nosotros lo denunciamos, y por otro lado, promovemos lo que haga vivir, estamos en contra del aborto, estamos a favor de la vida, por lo que no sólo contra el aborto, sino todo lo que atente contra un ser humano, sobre todo los indefensos e inocentes. Tenemos que promover su derecho de vivir, ningún derecho puede pasar por el derecho de la vida”.
Lo anterior lo dio a conocer en el marco de la Jornada por la Vida, que inició con una carrera atlética de 5 kilómetros, en donde participaron más de 600 personas de todas las edades; posteriormente, un grupo importante de 300 personas vestidas de blanco marcharon por las principales calles de la ciudad, con pancartas mostrando frases a favor de la vida.
Fue en la clínica ubicada sobre Oriente 6, frente a la iglesia de Los Dolores, en donde el sacerdote Juan Manuel Solórzano se dirigió al personal que labora en ese lugar para que hagan conciencia de que matar a una persona indefensa (aborto) es un acto condenable.
La marcha culminó en la Catedral de San Miguel Arcángel, en donde los sacerdotes realizaron la eucaristía ante los cientos de católicos que se congregaron de las distintas parroquias de la diócesis.
Omar Celiseo V.
El Buen Tono