Orizaba.- Los ciudadanos no deben dejarse abrazar por la violencia, sino con acciones de esperanza y fe para que las cosas mejoren y mantener la alegría que se ha perdido en los hogares, expresó el Vocero de la Diócesis de Orizaba, Helkyn Enríquez Báez. Por su parte, el Obispo lamentó que por la falta de escrúpulos de autoridades estatales anteriores y haber sido un pueblo permisivo, hoy los veracruzanos sufran la falta de recursos.
“Este es un llamado en estos tiempos, en donde nos vemos confrontados por algunas circunstancias que se nos hacen difíciles, deshumanizantes, mantener la convicción de que es más el bien que se hace en el mundo y no la maldad y eso debe movernos a seguir actuando con el bien y no dejarnos contagiar con la lógica de la violencia o de la corrupción, sino más bien contagiar nosotros la perspectiva de esperanza y la alegría de la esperanza del encuentro con Jesucristo”.
Destacó que una prueba de que los milagros de Jesús se hacen efectivos mediante la bondad y ayuda a los grupos vulnerables, son las muestras de solidaridad que se viven en las comunidades, es por ello que se debe seguir promoviendo, ya que por desgracia estas son noticias buenas que no interesa difundirse.
“Hoy que nosotros vivimos con incertidumbre económica, de violencia de noticias preocupantes, también nos podemos encontrar un poco en la situación de Juan El Bautista, que a pesar de ello debemos mantener la esperanza en la venida de nuestro Salvador”.
Veracruz paga por un pueblo permisivo
Por su parte, el Obispo de la Diócesis de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino, en su homilía dominical resaltó durante el Tercer Domingo de Adviento, que el llamado es para que se acerquen al débil, porque son susceptibles de perderse en el camino; conminó a dejar atrás los rencores para recibir el Nacimiento de Jesucristo en sus corazones, mediante el perdón para quien ofendió o fue ofendido, además de ser responsables y no quedarse callados ante las injusticias y que hoy los veracruzanos están pagando las consecuencias. “Que triste que se tenga que pagar este subdesarrollo y pobreza de nuestro Estado, por el abuso de las autoridades que no tuvieron escrúpulos, pero también se lo permitimos los ciudadanos, desde los que vendieron el voto hasta los que se quedaron callados, sabiendo que las cosas estaban mal”.
Por lo que instó a los fieles católicos a ser responsables y ser personas cristianas, que realmente se preocupen por el bien de la sociedad trabajando por un mundo más justo, más solidario, tal y como lo mandan las Escrituras.