
Agencia
Ciudad de México.- El peso mexicano arrancó la semana con una nota positiva al registrar una nueva apreciación frente al dólar estadounidense, acumulando así dos sesiones consecutivas con ganancias. De acuerdo con datos del Banco de México (Banxico), este lunes la moneda nacional cerró con una apreciación de 0.93%, ubicándose en 20.10 unidades por dólar.
Durante la jornada, la divisa mexicana alcanzó un máximo de 20.15 y un mínimo de 20.05 por dólar, mostrando una relativa estabilidad ante el comportamiento del mercado financiero global.
Según un análisis de Banco Base, la recuperación del peso estuvo influida por una menor aversión al riesgo entre los inversionistas internacionales. Esto se debió principalmente a la decisión del gobierno de Estados Unidos de exentar de aranceles las importaciones de aparatos eléctricos procedentes de China, incluidos teléfonos inteligentes, computadoras y semiconductores.
“Lo anterior deja libre de este arancel a 100 mil 235 millones de dólares o 22.8% de las importaciones provenientes de China. Con esto, el arancel efectivo de las importaciones que hace Estados Unidos del resto del mundo se ubicaría en 23.9%, por debajo del 27% si no se hubiera aplicado la exención”, detalló Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base.
Además, el debilitamiento generalizado del dólar estadounidense también contribuyó al fortalecimiento del peso. El índice DXY, que mide el desempeño del dólar frente a una canasta de monedas, cerró la sesión del lunes con una caída de 0.30%, sumando así cinco jornadas consecutivas a la baja, según datos de Bloomberg.
En el contexto internacional, otras monedas que también se apreciaron este lunes fueron el rand sudafricano, el rublo ruso, el dólar neozelandés, la corona noruega y la libra esterlina. En contraste, el peso argentino, el peso colombiano, la lira turca, el yuan chino, el sol peruano y el won surcoreano mostraron retrocesos.
En el caso de Argentina, la depreciación de su moneda se explicó por la adopción de un nuevo régimen cambiario de libre flotación con bandas entre mil y 1,400 pesos por dólar, lo que implicó el abandono del sistema de devaluación administrada. Asimismo, se eliminaron la mayoría de las restricciones para la compra de dólares, permitiendo a los ciudadanos adquirir divisas sin el límite previo de 200 dólares mensuales.
