En un esfuerzo por conservar a los osos de anteojos, una especie vulnerable que habita en el santuario inca de Machu Picchu, Perú ha implementado un innovador programa de monitoreo. El Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) anunció recientemente el lanzamiento del programa en Wiñayhuayna, una zona protegida de 35 mil hectáreas en Machu Picchu.
Guardaparques sedaron a dos osas adultas la semana pasada para colocarles collares de rastreo satelital, una técnica ampliamente utilizada en otros grandes mamíferos en el mundo. Estos collares proporcionarán información crucial sobre los movimientos de los osos y su uso del hábitat en y alrededor de la zona protegida.
El proyecto tiene como objetivo rastrear a diez osos de anteojos y cuenta con el apoyo del Zoológico de San Diego de Estados Unidos y la Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco. A pesar de que hasta comienzos de esta década se estimaba una población de 5,750 individuos en los Andes peruanos, se desconoce cuántos osos habitan en la reserva de Machu Picchu.
Los osos de anteojos, también conocidos como osos andinos, son una especie emblemática de la región andina. Lamentablemente, son considerados vulnerables debido a la pérdida de su hábitat y la caza furtiva. Este programa de conservación busca garantizar su supervivencia a largo plazo en su entorno natural.