AGENCIA
Perú.- En un giro sorpresivo en las relaciones diplomáticas entre Perú y México, el gobierno peruano anunció este sábado que implementará la exigencia de visado para los ciudadanos mexicanos que quieran ingresar a su territorio.
Esta medida responde a una acción similar adoptada por México, según informó la Cancillería de Perú, basándose en el “principio de reciprocidad”, considerado una regla fundamental en la relación entre Estados soberanos.
La Secretaría de Gobernación de México había oficializado recientemente que, a partir del 20 de abril de 2024, los ciudadanos peruanos necesitarán visa para entrar a México, en una medida que busca regular el flujo turístico y de negocios.
La decisión mexicana, descrita como “unilateral” por Perú, ha sido lamentada por el gobierno peruano, calificándola de contraproducente para las aspiraciones de mejorar las relaciones bilaterales y como un revés para los acuerdos de la Alianza del Pacífico, que promueve la libre circulación de personas entre los países miembros.
La Embajada de México en Lima confirmó la nueva política migratoria a través de la red social X, remarcando el inicio de esta normativa para mediados de abril. Desde noviembre de 2012, México había eximido a los peruanos del requisito de visa en una iniciativa para agilizar el intercambio comercial y de personas.
Perú, por su parte, ha anunciado que algunas excepciones estarán contempladas en un próximo decreto supremo, especificando que los mexicanos con visa Schengen, o residencia en países como el Reino Unido, Canadá, Estados Unidos, Australia, Japón y los miembros de la Alianza del Pacífico, no necesitarán visa para entrar a suelo peruano.
Este episodio ocurre en un contexto de tensiones diplomáticas, intensificadas tras el distanciamiento entre el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador y la presidenta peruana Dina Boluarte, marcado por desacuerdos políticos y altercados verbales significativos.
Los lazos entre Perú y México se han mantenido tensos desde el incidente político en Perú en diciembre de 2022, con López Obrador negándose a transferir la presidencia de la Alianza del Pacífico a Perú en 2023, una situación que requería la mediación de Chile para su resolución.
