AGENCIA
Sinaloa.- Los recientes hechos de violencia en Sinaloa y otras regiones de México continúan generando preocupación, tanto por su impacto en la vida de los ciudadanos como por las pérdidas económicas que superan los 800 millones de pesos, según un comunicado de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
La organización expresó que la situación en Sinaloa es crítica. En las últimas semanas, más de 155 personas han perdido la vida en hechos violentos, lo que ha afectado gravemente a la economía local y la tranquilidad de sus habitantes. Este panorama es parte de un problema nacional de inseguridad que sigue cobrando víctimas a lo largo del país.
“La reciente muerte del alcalde de Chilpancingo es una tragedia que lamentamos profundamente. Este caso refleja la inseguridad a la que están expuestos los funcionarios públicos, quienes deberían poder desempeñar sus funciones sin temor a represalias del crimen organizado”, destacó el comunicado. Coparmex urgió al gobierno a garantizar la seguridad de los servidores públicos y a restaurar la paz en las comunidades afectadas.
Asimismo, se señaló que la situación actual no es un hecho aislado. Durante el sexenio anterior, México vivió su periodo más violento, con más de 191 mil homicidios y 51 mil personas desaparecidas, un indicador claro de la magnitud del desafío.
Aunque el gobierno ha implementado diversas estrategias, Coparmex afirmó que los resultados no han sido suficientes. La militarización de la seguridad pública ha generado controversias por posibles violaciones a los derechos humanos, lo que, según la organización, requiere un replanteamiento de la estrategia para combatir al crimen organizado.
En este sentido, Coparmex valoró la presentación de la nueva Estrategia de Seguridad por parte del gobierno federal, que se centra en cuatro ejes: atención a las causas de la violencia a través de programas sociales para jóvenes, fortalecimiento de la Guardia Nacional bajo mando militar, mejora en la inteligencia con un sistema unificado de investigación, y coordinación entre el gobierno federal y los estados.
“Estaremos atentos a la implementación de esta estrategia, enfatizando la necesidad de evaluar continuamente sus resultados. La inteligencia, la coordinación y la rendición de cuentas serán fundamentales para avanzar hacia una paz duradera en México”, concluyó la Confederación.
