ORIZABA.- La explotación infantil en Orizaba es un problema social, se conocen por lo menos seis o siete casos en lo que va del año, mientras que el DIF Municipal sólo agenda, pero no resuelve los problemas, indicó el representante de la asociación Sendero de Vida Namac, Apolinar Gálvez Garduño.
Mencionó que se ha observado que los padres mandan a los menores a trabajar en vez de ponerlos a estudiar, por lo que están violando sus derechos, “esta es la principal problemática, muchas veces les ocultan sus derechos y educan de manera que vuelven a repetir esa mala enseñanza con la segunda o tercera generación, tienen que aprender a enseñarles a los niños, hace falta mucho”.
AMBIENTE NO APTO
La realidad de explotación que conlleva el trabajo infantil es más que simples números. Muchos niños trabajadores se desenvuelven en un ambiente que no les permite su sano crecimiento, incluso, pone en peligro sus vidas.
Del total de niños y niñas la mayoría están expuestos a riesgos en su trabajo, es decir, polvo, gases o fuego; ruido excesivo, humedad o temperaturas extremas, herramientas peligrosas, maquinaria pesada, oscuridad excesiva, productos químicos, explosivos y descargas eléctricas.
Entre las principales actividades que realizan los niños trabajadores se encuentran la venta ambulante, aseo de calzado, cargador de bultos, limpieza de autos y parabrisas y trabajo doméstico, entre otros.
Y las consecuencias más comunes por desempeñar esas actividades son, entre otras, el bajo rendimiento escolar, falta de asistencia regular a la escuela, violencia, maltrato, inicio temprano de la vida sexual, la explotación sexual comercial infantil, el consumo de drogas y la trasgresión de las leyes, por lo que se debe poner énfasis en la atención de la problemática.