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persiste dolor no sana la herida

Superiberia

Atoyac.- A un mes y días de la tragedia la herida sigue viva, el dolor y la tristeza aún perduran en todas esas familias que el pasado domingo 11 de enero perdieron a sus seres queridos, 22 en total, los cuales fallecieron al momento en que el autobús de la línea Jamapa, procedente de Camarón de Tejeda a la ciudad de Córdoba, cayera al río Atoyac, a una altura de más de 100 metros, dejando además a otras 33 personas lesionadas.

 

La mayoría de los ahora finados eran jóvenes que pertenecían a un equipo de fútbol y que viajaban con la esperanza de disputar la final y ganar el torneo de copa, sin embargo, ya no llegaron a su destino, una falla en la unidad de pasaje y el exceso de velocidad origi-naron que cayeran al fondo del río Atoyac, alrededor de las 08:30 horas, y a partir de ahí se iniciaba una tragedia más en las carreteras.

 

Y es que desde hace algunos años las carreteras de la zona Centro, ya sean fede-rales o autopistas, han sido escenarios de innumerables accidentes en los que se han visto involucrados autobuses de las dife- rentes empresas camio-neras, percances que han dejado resultados desalentadores, resultados que han enlutado a un importante número de familias.

 

El exceso de velocidad, la falta de precaución, aunado al mal estado de la carretera y posibles fallas mecánicas en las unidades, muchas de ellas en malas condiciones, han sido las causas principales que los han originado,  dejando un importante número de pérdidas humanas, hombres y mujeres de diferentes edades, y otro número más de personas lesionadas.

 

Desde Maltrata, pasando por Ciudad Mendoza, Orizaba, Fortín, Córdoba, Amatlán, Yanga, Cuitlá-huac, Atoyac y Paso del Macho, se puede observar  a la orilla de la carretera las cruces,  señal de muerte, signo de que en ese lugar una o varias personas perdieron la vida, no llegaron a su destino final o lugar de origen.

El último accidente considerado de gran magnitud fue el que sufrió un autobús de la línea Jamapa, el cual presuntamente ante el exceso de velocidad o una falla mecánica cayó al río Atoyac, de una altura superior a los 100 metros, dejando un saldo de 22 personas muertas y unas 33 más lesionadas, algunas de consideración, ya casi todas dadas de alta.

 

MUEREN CINCO  PERSONAS CALCINADAS EN CHOQUE DE AU Y TRÁILER

 

De las tragedias más recordadas en carreteras de la zona Centro y en el Estado  se encuentra la registrada el sábado 3 de agosto del año 2013 a la altura del kilómetro 44 de la carretera federal Córdoba-Veracruz, en Agua Escondida, lugar en donde cinco personas murieron calcinadas y otras 13 lesionadas durante el choque de frente entre un  autobús AU y un tráiler con doble remolque, los cuales se incendiaron y calcinaron.

 

Este lamentable accidente se registró alrededor de  las 06:30 horas de ese sábado, cuando por la ca-rretera federal  circulaba un autobús marca Mercedes Benz, con placas 941-HR2 del Servicio Público Fede-ral, número económico 4233 de la línea Autobuses Unidos (AU), el cual era conducido por Cristino Apale Xocua, de 28 años de edad.

 

Este autobús salió de la Central Camionera de Córdoba a las 05:30 horas, con aproximadamente 20 pasajeros, cubriendo la ruta hacia el Puerto de Veracruz.

 

En el kilómetro 44, del tramo Cuitláhuac-La Tinaja, a la altura del rancho Agua Escondida, donde se localiza una curva, el autobús chocó de frente con un tráiler color blanco, con placas 272-ER9, el cual remolcaba  dos platafor-mas, y que circulaba de La Tinaja hacia Córdoba, pero invadió el carril contrario cuando aparentemente rebasaba a otros automóviles.

 

Al momento del impacto ambas unidades quedaron destrozadas, con sus conductores prensados entre los fierros, y varios pasajeros heridos; mientras tanto, por un cortocircuito y el derrame de combustible, ocurrió un incendio que en pocos minutos envolvió en llamas las dos unidades.

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