Xalapa.- La culminación del régimen priista durante más de 70 años en el poder originó una rebeldía de periodistas comprometidos con la verdad y el oficio para cubrir el crimen organizado, rebeldía contra un “status quo”, en donde antes era eficaz callar y esconder lo que pasaba en las calles derivado de las actividades del narcotráfico, señala Diego Enrique Osorno, periodista de Gatopardo y Proceso.
Entrevistado en el marco del Hay Festival Xalapa, Osorno señala que está rebeldía que se desató en los doce años de gobierno panista y que se ha prolongado en lo que va del sexeniode Peña Nieto, donde ahora el periodista busca hechos concretos, personajes, expedientes comprometedores que revelen el actuar del crimen organizado, ha ocasionado que el gremio reporteril viva una “situación amenazante”.
“Durante muchos años fue cómodo para los periodistas, a excepción de Proceso, acallar todo lo que estuviera vinculado al narcotráfico, ahora no, hay una rebeldía, aunque eso, en muchas ocasiones, ha costado vidas”, expresa Diego Osorno en entrevista, previo a su participación en las actividades del Hay Festival 2013 en Xalapa.
A sus 33 años Diego Enrique Osorno ha escrito 5 libros, dos de ellos dedicados al crimen organizado “El Cartel de Sinaloa” y “La Guerra de los Zetas”, este año, se estrena con su primer documental: “El alcalde”, video que narra la vida, excesos y forma de combatir el crimen de Mauricio Fernández Garza, alcalde de San Pedro García, el municipio nuevoleones catalogado como el más rico del país y en donde Fernández disfruta formar un grupo de choque para combatir a la delincuencia organizada, pero también narra sus placeres asesinando a leones y elefantes en la sábana africana.
Osorno es de los nuevos cronistas de indias, quien pone énfasis en que hoy en el periodismo existen dos dualidades, una positiva donde la libertad de expresión se respira en diversos medios nacionales, cuyos periodistas jóvenes son propositivos, valientes y desafiantes; y otra en la que lamentablemente se cae en la tensión de vivir bajo amenazas o de saber si algún día un periodista cercano tuyo va a ser privado de la vida.
“Hay un despertar del periodismo mexicano, hay nuevos jóvenes que sienten la necesidad de contar lo que está pasando; aunque no todos los casos acaban con asesinatos, pero sí hay periodistas que viven en esa situación amenazante”.
AGENCIAS