Huatusco.- Las tradiciones mexicanas son integradas por diferentes elementos rituales, uno clave son los culinarios y dentro de la celebración del Día de Muertos, el pan en sus diferentes presentaciones y sabores ocupa un lugar especial.
En las grandes ciudades las panificadoras de los centros comerciales se encargan de distribuir estos manjares refinados en infinidad de presentaciones y tamaños inundan las vitrinas. En el pueblo no hay diferencia de las aproximadamente 70 panaderías contabilizadas en la ciudad, la mayoría ha cambiado la forma de producción y ha emigrado al horno de gas.
Según los panaderos entrevistados, sólo existen alrededor de veinte panaderías que preservan la manufactura artesanal del pan y para su cocción utilizan horno de leña, el cual proporciona otro sabor a las piezas cocidas en la entraña de piedra.
José Luis Ameca Sánchez, quien se dedica desde hace 35 años a este oficio, explicó que inició su carrera con Sóstenes Luna, pionero de la panadería en la ciudad, posteriormente se incorporó a La Cordobesa, famosa a mediados del Siglo pasado y finales de los noventa, fue donde se consolidó su carrera.
Ahora don Luis tiene su propia panadería en la colonia Progreso y en esta época de fiesta la producción aumenta de dos mil piezas diarias a cinco mil. La familia se divide en dos turnos y los últimos días hasta tres veces al día hornean pan de muerto.
Las piezas a las que se enfocan son la hojaldra de piso, es decir, que no se mete en charola sino la hornean al ras de horno, además de los infaltables panes en forma de muerto, de sal y de manteca, que venden en la zona.