CDMX.- La presidenta de la Mesa Directiva del Senado de la República, Mónica Fernández, dijo ayer que no interpondrá una denuncia por la violencia que vivió junto con otras legisladoras de Morena cuando Rosario Piedra Ibarra tomó protesta como titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
El pasado 12 de noviembre, cuando en el pleno del Senado Rosario Piedra rendía protesta como dirigente de la CNDH, el panista Gustavo Madero y otros senadores panistas protagonizaron un desencuentro con legisladoras de Morena. Algunas de ellas, acusaron, fueron agredidas físicamente por los legisladores.
Tiempo después, Madero ofreció disculpas a Mónica Fernández por su conducta; sin embargo, la morenista no las aceptó y dijo que interpondría una denuncia.
En ese sentido, Fernández dijo que la decisión implicó un dilema, ya que no hacerlo es un mensaje de permisibilidad a la violencia de género que tratan de erradicar de la vida política.
Sin embargo, adelantó que mañana se implementará un procedimiento para evitar la violencia contra las mujeres en el Senado.