AGENCIA
Nacional.- Más de 200 monos aulladores de manto (Alouatta palliata mexicana) han perecido en los estados de Campeche, Tabasco, Chiapas y Veracruz debido a una serie de factores que incluyen la pérdida de hábitat, la escasez de fuentes de agua y el aumento en las olas de calor. Esta emergencia ambiental ha movilizado a un equipo científico encabezado por el biólogo Braulio Pinacho Guendulain y Gilberto Pozo Montuy, doctor en Ciencias por el Instituto de Neuroetología de la Universidad Veracruzana, para atender la situación en el sureste mexicano.
Según los especialistas, las autopsias realizadas a los monos fallecidos, análisis moleculares y estudios clínicos de los rescatados indican que la pérdida de hábitats ha inducido un cambio en la alimentación de estos primates, lo que ha resultado en niveles bajos de masa muscular y de hidratación, haciéndolos vulnerables a las altas temperaturas. A pesar de los esfuerzos de brigadas de recorrido para identificar a los vulnerables y brindarles atención médica, se considera que la respuesta actual es insuficiente para afrontar la emergencia.
Pinacho Guendulain, quien recibió los primeros informes sobre la mortandad de monos aulladores el 15 de mayo, ha participado en el rescate de 17 ejemplares en estado crítico. Además, alertó sobre la pérdida de superficie y calidad del hábitat, la cual ha disminuido drásticamente desde 1970 debido a la deforestación impulsada por planes de desarrollo económico basados en la ganadería, lo que ha dejado a los monos expuestos al calor y ha alterado su alimentación.
Por su parte, Pozo Montuy, director ejecutivo de conservación de la Biodiversidad del Usumacinta AC, destacó que la deforestación permite la penetración de los rayos del sol hasta el suelo del bosque, exponiendo a los monos al calor, además de afectar la composición de su alimentación. Ante esta situación, un grupo de primatólogos está trabajando en la instalación de bebederos aéreos con sueros y frutos, y en la búsqueda de un área adecuada para la liberación de los animales resguardados.
Los monos aulladores de manto juegan un papel crucial en el equilibrio de los ecosistemas mexicanos, contribuyendo a la dispersión de semillas y al control de ciertas plantas culturales. A pesar de su importancia, enfrentan amenazas significativas como la pérdida de hábitat, la caza y el tráfico ilegal de animales, además de la actual crisis climática que ha exacerbado su vulnerabilidad.
Esta emergencia resalta la necesidad de acciones urgentes para proteger a esta especie emblemática y a su hábitat, así como para abordar las causas subyacentes de la pérdida de biodiversidad en la región.