Parte 3 de 5 “Apatía social 2”.
¿Qué no estamos haciendo lo obvio y justo al levantarnos contra nuestros gobiernos corruptos?
¿Qué el gobierno no reacciona de la misma manera cuando hay un criminal que va a herir a un individuo? ¿No aplica la justicia y la violencia para detener a ese criminal?
El pueblo se defiende y aplica la justicia a ese organismo que está amenazando su supervivencia pero ahora ese organismo ocupa la ley y los cuerpos policiacos para decir que eso es ilegal.
¿A eso no simplemente se le llama abuso de autoridad?
Entonces caemos en una apatía gracias al abuso de poder que tiene esa masa criminal que habita el sistema gubernamental.
En esta nota no quiero ser anarquista ni dar a entender que no necesitamos un gobierno. Pero tampoco quiera hacerte creer que necesitamos al que tenemos.
Pero lo que sí quiero dar a entender es el hecho de cómo el gobierno criminal que nos controla toma su fuerza en nuestra desunión como grupo y en nuestra apatía.
Usa nuestros recursos para crecer en poder físico y después aplastarnos más.
Y ¿hacia dónde vamos?
Vamos directo a una esclavitud financiera, laboral, pensamiento y expresión.
Ya estamos en los últimos pasos donde el gobierno tome tanta fuerza que pueda ya proclamarse lo que se les pegue la gana y hasta decir la verdad de que son una empresa privada y ya nosotros no poder hacer nada al respecto por su superioridad de fuerza que tendrán sobre nosotros y ahora sí serán dueños de nuestro país.
¿Y en qué se convierte México?
En una empresa privada.
¿Y nuestras familias?
En sus esclavos laborales.
Ellos imprimen nuestros billetes con los que nos pagan y nos regulan para así nunca poder crecer.
Podrá sonar un poco paranoico pero pues, bienvenidos al nuevo orden social.
Donde si tus sueños o intereses para ti o tu familia no tienen un valor numérico para esta empresa no sirven de nada.
Donde ellos deciden tu vida porque todo se mueve en base al dinero y ellos son dueños del dinero.
¿Por qué sólo dinero?
Pero aquí hay parte de alguna respuesta o algo que podría ayudar.
El dinero no es lo más valioso que existe en esta vida.
El dinero de hecho no es valioso no vale lo que dice el gobierno que vale.
Tú le das valor a tus objetos y a tus productos y decides cuánto vale eso, pero no sólo es eso, sino es también convencer a la gente del valor que tiene tu producto.
Entonces cuando tú logras hacer ver a la gente que tu producto tiene cierto valor real entonces la gente te da papeles que dicen que si en efecto vale eso.
Pero el dinero es nada más que un acuerdo social para medir el valor de las cosas.
Así que no es que suba el peso o que baje el peso.
Es que nosotros acordamos que el peso vale menos.
Y cada vez nos convencen que nuestra moneda vale menos y vale menos por cuestiones mágicas de la economía.
Y nosotros empezamos a creer que nuestra moneda vale menos entonces al entrar en ese acuerdo estamos dispuestos a pagar más por un dólar.
Pero el dólar no vale nada.
Vale lo que ellos dicen que vale.
Y tú te la crees, te convencen y estás dispuesto a pagar lo que ellos dicen.
Eso sí, sube la demanda baja la demanda y eso le da valor a las cosas.
Las cosas con escasez y mucha demanda se podrían decir que son cosas valiosas o con valor real.
Una inspección más a fondo nos da a entender como es que funciona.
Todo es un acuerdo.
Tú estás en acuerdo con que algo es así o que algo es real y cuando menos te lo esperas se convierte en tu realidad.
No quiere decir que sea real o cierto pero sin duda es tu realidad y se convierte en un régimen y un dato estable en tu manera de pensar y de computar y ver las cosas del mundo.
En cuestiones relativas y directas sólo a la vida humana esto nos puede afectar mucho a diferencia de tener pensamientos que son con respecto a cuestiones físicas o naturales porque aunque pienses lo que pienses y estás más mal te vas a estrellar contra las leyes de la física y te va a doler y vas a aprender que no estabas bien.
Pero en cuestiones humanas y de sistemas humanos y que sólo es nuestro criterio el que decide no es lo mismo.
Como por ejemplo, lo que nosotros decidimos o acordamos que es “una persona educada” o lo que nosotros acordamos que es “la forma correcta de hablar” o todas esas cuestiones que pasaron de ser sólo opiniones a reglas de la sociedad si nos afecta en que estamos en acuerdo y en que no y si debemos lograr ver por nosotros que muchos de nuestros acuerdos sociales nos van a llevar a sufrir en algún punto o no cumplir muchos de esos acuerdos sociales nos va a llevar a un desorden y por lo tanto crisis.
Por ejemplo:
No somos un país tercermundista.
No somos un país inculto.
No somos un país pobre.
No somos menos que Estados Unidos.
No somos un país sucio.
No somos un país de narcotraficantes.
No somos un país mediocre.
No somos un país conformista.
continuará…