Parte 2 de 5 “Apatía social”.
Hemos entrado en un punto de apatía respecto a un orden social regulado. En otras palabras hemos entrado en apatía con cuestiones políticas. Con esto me refiero a que ya no creemos más en los políticos, ya sabemos que el gobierno hace mal su trabajo, ya no creemos ni tenemos esperanzas de cambio como nos lo prometen en campañas políticas, ya no creemos en ese organismo social pero sin embargo, seguimos dándole poder y dejándolo ser parte de nuestras vidas. El gobierno nos ha demostrado y convencido de que es real y de que existe.
Nos ha demostrado que tiene cárceles y personas que vigilan que si las cosas no son como ellos quieren realmente sí hay consecuencias. Eso nos convence de que es algo real, de que es algo que existe y que tiene fuerza por sí mismo.
Entonces sabemos cómo es pero no hacemos nada al respecto. A eso se le llama apatía.
Es como si en algún momento de tu historia estabas trabajando en lograr algo y venía un gigante y te pedía que le dieras la mitad de lo que producías para él construir una carretera que te ayudaría a ti pero viste que él tomo tu dinero y sin decirte nada agarró la mitad para comprarse algo o guardarlo para su propio uso y te construyó una carretera de mala calidad, entonces llegaste y reclamaste y exigiste que te construyera esa carretera ya que le diste lo suficiente para hacerla bien, que al tomar de tu dinero para sí está robando. Pero te ignora, y como es un gigante, no puedes hacer nada más que quedarte enojado.
Luego tú sigues tu vida trabajando y regresa el gigante y te vuelve a pedir dinero para hacer un puente y tu enojado le dices que no. Él te responde que tienes que apoyarlo porque es tu obligación ayudar al pueblo, además, ahora todo será diferente, todo será mejor. Con todo ese verbo y un poco de poder que te impone, convence y hace exactamente lo mismo. Ya muy enojado vas con él y te vuelve a ignorar. Nuevamente no puedes hacer nada, es un gigante, puedes estar enojado.
y así la historia se repite hasta que un día entras en un enojo mayor y quieres hacer algo al respecto y recibes un contraataque.
Un día decides que ya no vas a pagar porque es un ratero y entonces él decide juzgar tu acto como algo ilegal y criminal para la sociedad por no contribuir y toma eso de pretexto para darte un buen golpe que demuestra su fuerza y tu debilidad. Como por ejemplo, te manda una auditoría de puro inepto de criterio y muerto de hambre.
Ese más o menos es el mecanismo utilizado para que caigas en apatía y te sometas al sistema.
Así los estudiantes que salen a la calle a manifestar sus derechos son confrontados con cuerpos de policías armados que dicen que la manifestación con violencia (como ellos hacen ver a los maestros, estudiantes o ciudadanos, cuando exigen su derecho) es ilegal, y contraatacan usando “la ley” para juzgar los actos de los ciudadanos que consideran que tienen que ser juzgados.
¿Pero qué no ellos están agrediendo al pueblo y cuando el pueblo reacciona usan la ley para defenderse?
¿Qué no es la ley para defender al pueblo?
…Continuará