México, D.F.- Con citas e invocaciones a Lázaro Cárdenas y un diagnóstico que proyecta al sector energético como deficitario, improductivo y agotado, el presidente Enrique Peña Nieto presentó hoy su Iniciativa de Reforma Constitucional en la materia, asegurando que Pemex y CFE no se venden ni se privatizan, aunque se abrirán a la inversión privada. El plan energético de Peña Nieto plantea la apertura a la inversión privada a partir de asociaciones entre Pemex y socios capitalistas para la extracción. En tanto, refinación, petroquímica, transporte y almacenamiento de petróleo y gas, podrán asignarse a particulares.
Respecto al sector eléctrico, la reforma constitucional posibilitará que inversionistas privados participen en la generación de electricidad, de tal suerte que estimulen la competencia, reduciendo así las tarifas.
En cualquier caso, la rectoría del Estado se mantiene según Peña Nieto, pues en el ramo petrolero, los productos del subsuelo seguirán siendo de la nación y, en el eléctrico, el Estado mantendrá el control del sistema. Así como del servicio público de redes de transmisión y distribución.
Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano
Opinó que los cambios que necesita Petróleos Mexicanos (Pemex) no requieren de reformas al artículo 27 constitucional.
Andrés Manuel López Obrador
Llamó a la iniciativa de Peña Nieto “como el robo del siglo”.
Martí Batres Guadarrama
Señaló como una “gran traición al pueblo y a la historia de México” la propuesta energética del Presidente mexicano.
Carlos Romero Deschamps
Informó que respetará las decisiones que adopte el Congreso de la Unión con respecto a la iniciativa de Reforma Energética.
Marcelo Ebrard Casaubón
Calificó de “contra-reforma” la propuesta de Peña Nieto, y a través de su cuenta de Twitter demandó un “plebiscito nacional”.
Los panistas además consideraron que la Reforma quedó a deber, y es de menor dimensión a la presentada por ellos mismos. La llamaron “corta”, “tibia”, “insuficiente”, “poco audaz”, “poco ambiciosa”.