La industria petrolera mexicana se enfrenta a un escenario incierto tras la reciente imposición de aranceles por parte de Estados Unidos, el principal destino de sus exportaciones. Pemex, la empresa estatal encargada de la producción y distribución de petróleo, ha intensificado sus esfuerzos por diversificar sus mercados de exportación. Según fuentes cercanas al gobierno mexicano, la compañía ha iniciado conversaciones con empresas de Europa y Asia, incluidos actores importantes en China, donde se ha identificado un “apetito” por el crudo mexicano.
Este cambio de rumbo surge luego de que el presidente Donald Trump cumpliera su amenaza de imponer un 25% de aranceles a los productos provenientes de México y Canadá, además de duplicar los aranceles a los productos chinos al 20%. Esta medida podría poner en riesgo un comercio anual de casi 2.2 billones de dólares con estos tres socios comerciales clave. A pesar de las tensiones, la demanda por el crudo mexicano sigue siendo fuerte en otras regiones.
“Ya hemos estado hablando con otros. Lo bueno es que hay apetito por el crudo mexicano en Europa, India y Asia”, afirmó una fuente de alto nivel del gobierno mexicano. En particular, China ha mostrado un gran interés en el petróleo mexicano, lo que podría ser una salida para diversificar las exportaciones que tradicionalmente se dirigían a Estados Unidos.
De hecho, las conversaciones apuntan a que China, India, Corea del Sur y Japón podrían ser destinos clave para el crudo pesado de Pemex. Estos mercados, con refinerías adecuadas para procesar el crudo pesado mexicano, podrían absorber una gran parte del volumen que ya no llegará a las refinerías estadounidenses debido a los aranceles.
Pemex, por su parte, ha asegurado que no ofrecerá descuentos a sus clientes en Estados Unidos para contrarrestar el impacto de los aranceles. En cambio, se espera que, una vez vencidos los contratos actuales con los compradores estadounidenses, gran parte de su crudo sea redirigido hacia Europa y Asia. A pesar de las preocupaciones, el gobierno mexicano se muestra tranquilo, confiado en la existencia de alternativas para su crudo.
Las exportaciones de Pemex han caído a niveles mínimos en los últimos años debido a la disminución en la producción de sus yacimientos más antiguos en el Golfo de México. En 2024, las exportaciones de la empresa promediaron 806 mil barriles por día, de los cuales un 57% fueron destinados a Estados Unidos. Sin embargo, en enero de este año, las exportaciones se desplomaron un 44% en comparación con el mismo mes de 2023, lo que refleja los desafíos que enfrenta la industria petrolera mexicana.
En este contexto, México busca reorientar sus flujos de exportación hacia otros mercados que puedan absorber el crudo pesado de Pemex, mientras enfrenta el reto de la competitividad y la incertidumbre que genera la guerra comercial entre Estados Unidos y sus principales socios comerciales.
