in

Pelicanos merman la pesca

Superiberia

La Región.- Llegar a la presa Miguel Alemán y recorrer en lancha sus rincones lo primero que se encuentra es esa maravilla natural son esos pelicanos blancos con esas grandes alas que miden hasta tres metros de punta a punta; que viajan cientos de kilómetros desde el Sur de Canadá para llegar a esta zona para pasar el invierno.

Desde hace más de 30 años, estas aves marinas se han convertido en un atractivo natural de esta inmensa presa que tiene una captación de tres mil 288 kilómetros en 47 mil 800 hectáreas; sin embargo, pocos saben de estas aves o simplemente no saben cómo llegar hasta este rincón paradisiaco.

La presa Miguel Alemán se ubica en la Cuenca del Papaloapan, colinda con el municipio de Tierra Blanca y tiene varias entradas; por el municipio de San Miguel Soyaltepec o por Acatlán de Pérez Figueroa, Oaxaca; a dos horas de la ciudad
de Córdoba.

A este gran vaso de agua, también llega otra ave migratoria, el pato canadiense y el pichichi, que se quedó en México desde hace ya
muchos años.

Este pelícano, conocido también en las secciones de sociales de los periódicos como la cigüeña, para los pescadores de esta zona se ha convertido, junto con el pato negro o pato buzo, como una plaga; que les ha provocado un grave daño a su economía, porque les causa una fuerte merma en su pesca diaria.

Pablo Alejo Marín, ex agente municipal de la comunidad Cerro de Agua o mejor conocida como La Capilla, explicó que de acuerdo a sus propias investigaciones, sacrificaron un pelícano y en su buche encontraron 11 mojarras de entre 200 y 250 gramos; que es lo que prácticamente se come
diariamente.

De acuerdo a investigaciones de biólogos, expresan que tan solo 100 pelícanos, en un mes pueden comerse hasta 10 mil mojarras y si estos animales se asientan en esta zona por casi tres meses, se comen 100 aves más de 30 mil mojarras.

Sin embargo, en esta extensión de la presa Miguel Alemán llegan más de 300 aves conocidas en México como borregones, por su hermoso plumaje y
largo pico que mide entre 60 y 80 centímetros.

Lo más curioso, y que se pudo observar es que estos pelícanos para pescar sus presas, se apoyan en el pato negro o pato buzo –como le llaman los pescadores– porque estas aves pueden bajar hasta tres metros de profundidad y también forman una gran red, haciendo una fila por más de 30 metros y van arriando los peces hacia la orilla de los manglares y  los pelícanos están atentos para que cuando las mojarras empiezan a salir, ellos las pescan con sus largos picos. 

Nicolás Alejo Marín, que fue el guía para este reportaje, explica que este pato buzo, se ha reproducido de forma bastante acelerada y que es el que más daño está causando en esta presa
Miguel Alemán.

El problema es que no lo pueden matar, porque está protegido por la Secretaría de Medio Am biente y Recursos Naturales, (Semarnat), como consecuencia, hoy en lugar de pescar esos 30 kilos –que lo hacían hace algunos años–, solo pescan tres kilogramos; que apenas les alcanza para su  autoconsumo, comentó.

Ya no tiene forma cómo comercializar este producto, si la pesca se ha caído en más de un 90 por ciento. El problema es que tampoco tienen apoyo del Gobierno municipal, estatal y mucho menos federal.

Anotaron los pescadores que para tener acceso a los programas federales es mucho el trámite burocrático, por lo que están desesperados; y pidieron que ojalá y alguien se acerque a ellos y los ayude y no solo en tiempos de campañas políticas, que les piden su voto y jamás regresan. 

Hasta hace diez años, la mojarra que se producía en esta presa Miguel Alemán era la que se más se comercializaba en la región de Córdoba y Orizaba.

 

agencia 

CANAL OFICIAL

Detectan a 18 estudiantes adictos a estupefacientes

Bloquea tráiler autopista