Ixtaczoquitlán.- Todos los días, desde las 6 horas, Máyela Campos, madre soltera y estudiante de la facultad de Gestión y Dirección de Negocios de la UV, se levanta para acudir a la universidad Campus USBI, en Ixtaczoquitlán. Dentro de sus principales preocupaciones del día está el transporte, ya que desde que sale de su casa, a su centro de estudios tiene que tomar dos autobuses, los cuales no respetan la tarifa de estudiante, representando un gasto elevado para su economía.
“Al subir todos los días al camión desde que salgo de mis casa, inicia toda una travesía, y es que son dos camiones de pasaje los que tengo que tomar para llegar a la facultad, los cuales casi siempre no respetan el boleto de estudiante o simplemente te dicen que no traen boletos ya de estudiante” comentó la Estudiante.
Es que para el sector estudiantil como en el caso de Máyela, el costo de la tarifa de autobuses representa un gasto excesivo, en comparación a otras ciudades del país, donde el costo del autotransporte hasta 50 por ciento menos como en la capital del país, donde las distancias son más largas y una sola ruta cubre la distancia de un punto a otro.
La universitaria, expresó con tristeza, que cuatro camiones con un costo total de 36 pesos y en ocasiones hasta más es lo que tiene que gastar para acudir todos los días a clases. La lucha que tiene que enfrentar Máyela se acrecentó con la llegada de su hijo, lo que motivó que con su promedio de 9.98, buscara una beca de excelencia para ayudarse con sus gastos, o ingresar a un programa de ayuda para estudiantes en el gobierno del Estado.
Al realizar los trámites, la burocracia y el favoritismo que existe para su designación, sepultaron los intentos que realizo una y otra vez.
La joven madre, señaló que las oportunidades de trabajo en la región son muy escasas y mal pagadas. Los programas de Gobierno
Estatal, para detonar la apertura de empleo en la zona han fracasado según la Futura profesional y es que en repetidas ocasiones ha intentado buscar empleo para cubrir las necesidades más apremiantes pero los sueldos son bajos y el tiempo invertido es demasiado.
Es así como Máyela, una joven estudiante, lucha todos los días en su intento por lograr la meta de realizarse como profesional en una región donde las desiguald sociale se va marcando cada vez más.
de la redacción
El Buen Tono