Los incendios forestales registrados en el norte de California, que ya han dejado cinco muertes, obligó a la evacuación de 38 mil personas, sin que los bomberos logren controlar el fuego debido a las condiciones meteorológicas.
“El clima es un factor realmente que influye en el comportamiento del fuego”, señaló Cheryl Buliavac, portavoz del Departamento Forestal y de Protección Contra Incendios de California (Cal Fire).
Una peligrosa ola de calor continúa avanzando a través de una parte del suroeste (del país) y de California, y ello irá acompañado de altas temperaturas, ambiente seco y vientos que favorecen la rápida propagación de las llamas, según el reporte del Servicio Meteorológico Nacional de EU. (NWS, en inglés).
El llamado incendio “Carr”, que se localiza en el condado de Shasta, ha cobrado la vida de cinco personas, entre ellas Melody Bledsoe, de 70 años, y dos de sus bisnietos, James Roberts (5 años) y Emily Roberts (4años), fallecidos en el domicilio familiar el sábado.
Según Cal Fire, 517 estructuras (casas y edificios) quedaron destruidas y otras 135 dañadas a causa de este incendio, iniciado el pasado 23 de julio por una “falla mecánica en un vehículo” y que para el jueves propagó sus llamas hacia el oeste de Redding.
El fuego ha consumido en esta área más de 36 mil hectáreas, ante lo cual, el Presidente Donald Trump, firmó el estado de emergencia para California, lo que supone que el Gobierno federal prestará asistencia adicional.
Mediante esta directriz, Trump autorizó al Departamento de Seguridad Nacional y a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) a “coordinar todos los esfuerzos en las tareas de socorro”.
Según información de Cal Fire, la de 2017 fue una de las temporadas de incendios más devastadoras para este estado, con 46 muertos y cerca de 559 mil hectáreas consumidos a causa de cerca de 9 mil fuegos forestales que destruyeron 10 mil 800 estructuras.
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