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Patrimonio Histórico

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Altas Montañas.- La región de las Altas Montañas es reconocida por la producción de café de altura, de caña, por su vías de comunicación como la autopista México-Veracruz, su carretera federal México-Veracruz, un sin número de carreteras estatales que conducen a una gran cantidad de bellos paisajes, un largo tendido de vías férreas que algún momento fueron una de las principales medios de comunicación.

 

Es precisamente la existencia de esta vía de comunicación la que provocó la creación de varias estaciones de ferrocarril, muchas de ellas construidas a mediados del siglo XIX y principios del siglo XX.

 

Algunas de ellas se conservan hasta el día de hoy casi intactas estoicas guardianas del paso del tiempo, la mayoría sin operar al haberse cancelado el servicio de pasajeros, otras ocupadas por personas que de manera ilegal o desafortunada las usan como casa habitación, muchas veces provocando daños en su estructura, sin que hasta el día de hoy la entidad encargada de su mantenimiento haga algo al respecto.

 

A pesar de esto alguna de las estaciones del ferrocarril cuenta con una supuesta protección del INAH que rara vez acude a pesar de que algunas de estas han sido dañadas en su estructura y habitadas por moradores.

 

Actualmente existen en algunas de ellas proyectos de rescate por parte de vecinos y habitantes de las comunidades donde se encuentran estos edificios los cuales merecen ser rescatados y aprovechados, en opinión de muchos como un andador turístico por los hermosos paisajes que ofrecen.

 

Estación  de  Fortín de las Flores

 

Esta estación actualmente se encuentra habitada, y también cuenta con protección supuestamente del INAH con número 300680010001, esta fuera de servicio y en su momento ofrecía servicios de paquetería, así como de pasaje pertenecía a la Terminal del Valle-Veracruz y se encuentra en excelente condiciones, incluso conservando su antiguo techo, en la actualidad no se cuenta con algún proyecto de rescate.

 

En su momento dicha estación de ferrocarril proveía al comercio de la zona ya que cientos de comerciantes bajaban producto del vecino estado de Puebla.

 

La antigua vía del tren que va del kilómetro 303 al 309 de la línea “S”, ajena al tránsito ferroviario desde 1985, recorre un conjunto de monumentos excepcionales que incluyen el puente de Metlac, siete túneles, dos estaciones, el edificio donde vivían los trabajadores, la casa del guarda-puente y una imponente base de piedra para el tanque     de agua.

 

Este importante Patrimonio Ferroviario construido en 1872 por la Compañía del Ferrocarril Mexicano en la ruta de  México a Veracruz, y se ubica en el contexto de una serie de obras de ingeniería que pronto se convertirían en símbolo del avance tecnológico del siglo XIX en nuestro país.

 

La Barranca y el Puente de Metlac han ejercido desde siempre una fascinación en los artistas. Pintores como José María Velasco, litógrafos como Casimiro Castro y fotógrafos como C. B. Waite y Hugo Brehme plasmaron en sus obras la magnificencia de la simbiosis entre paisaje e ingeniería.

 

Monte Blanco

 

Tiene un aire clásico y una arquitectura parecida a las antiguas estaciones del Ferrocarril Mexicano, entre Veracruz y Orizaba su estado físico es bastante bueno y bien podría restaurarse, además en su trayecto se apreciaría hermosos paisajes.

 

La estación Monte Blanco se edificó sobre la línea del antiguo Ferrocarril de Córdoba-Huatusco. Con fecha 9 de diciembre de 1898 se otorgó la concesión número 213 a Luis Grajales y Ángel Caso, quienes formaron la Compañía de Ferrocarril de Córdoba-Huatusco S. A., para la construcción de esta línea más importante.

 

Esta organización emprendió la construcción del tramo proyectado teniendo como plazo para la entrega de los primeros kilómetros la fecha de 20 de enero de 1901. El plazo que se otorgó para la entrega total de la línea recayó en un período no mayor a 10 años a contar del 29 de enero de 1899; sin embargo, la propia empresa pidió una prórroga a la Secretaría de Comunicaciones, haciendo de esta manera reformas al contrato de concesión, así como algunas adiciones a la misma.

 

En 12 de enero de 1912 se hizo entrega de 20 kilómetros más 16 metros, longitud que correspondía al segundo tramo del total de           la obra. 

 

El tercer tramo del trayecto de la línea y con eso el total de la entrega de los kilómetros convenidos ocurrió el 10 de enero de 1914.

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