La mañana de este lunes, un aparatoso accidente carretero sacudió la Costera del Golfo, dejando gravemente herido al sacerdote Felipe Mazaba Ostos, párroco de la iglesia San Isidro Labrador en Sayula de Alemán.
El trágico suceso ocurrió alrededor de las 10:00 a. m. en el tramo entre La Victoria y Catemaco, cuando la camioneta particular del religioso colisionó de frente contra un autobús de pasajeros de la línea Sotavento. Debido al fuerte impacto, el párroco quedó atrapado entre los fierros retorcidos de su vehículo, requiriendo la intervención de los equipos de rescate.
Rescate y traslado a un hospital
Paramédicos de Protección Civil de Catemaco, con el apoyo de Bomberos de San Andrés, utilizaron equipo hidráulico para liberar al sacerdote del amasijo de hierro. Tras ser estabilizado en el lugar, fue trasladado de emergencia a un hospital de Catemaco para recibir atención médica. Mientras tanto, los pasajeros del autobús también recibieron apoyo prehospitalario, aunque no se reportaron heridos de gravedad entre ellos.
El accidente provocó el cierre total de la vía por un tiempo prolongado, mientras elementos de la Policía Municipal, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y la Guardia Nacional en su División Caminos realizaban las diligencias correspondientes.
Estado de salud del padre Felipe Mazaba Ostos
Horas después del accidente, la Dócesis de la región emitió un comunicado confirmando la gravedad de la salud del sacerdote. Debido a la delicada situación, se decidió su traslado al Sanatorio San Francisco en el puerto de Veracruz.
“El padre Felipe se encuentra muy grave y está siendo trasladado con urgencia. Solicitamos sus oraciones por su pronta recuperación”, indicó el comunicado firmado por el vocero P. Teódulo Morales Mezo.
La noticia ha generado una ola de mensajes de apoyo y oraciones en redes sociales, donde feligreses y miembros de la comunidad han manifestado su preocupación y solidaridad con el sacerdote.
Las autoridades continuarán con las investigaciones para determinar las causas del accidente y deslindar responsabilidades. Mientras tanto, la comunidad católica se mantiene en vigilia, esperando noticias alentadoras sobre la salud del padre Felipe Mazaba Ostos.
