Laura A. García
El Buen Tono
Cuitláhuac.- La reciente implementación de parquímetros en el Centro del municipio generó descontento entre la población, por la falta de claridad en su manejo, sistema de pago, y especialmente por las multas que imponen a los conductores de 180 pesos.
Automovilistas acusaron múltiples fallas en el sistema, así como falta de transparencia en su administración.
Desde su instalación, el pasado martes 18 de marzo, indicaron que enfrentan una serie de inconvenientes que pusieron en duda la eficacia y el propósito real del servicio.
Uno de los principales reclamos es la falta de información clara sobre el funcionamiento de los aparatos.
Muchos conductores desconocían que los dispositivos ya estaban en operación, lo que resultó en multas sorpresivas que ingresan al ayuntamiento, y un clima de confusión generalizado.
Además, los motociclistas expresaron su frustración por la escasez de espacios designados para ellos en el primer cuadro.
Arcaicos
Otro punto de crítica es el sistema de pago, que sólo acepta monedas, y que debe ser exacto, lo que calificaron como poco práctico y obsoleto en una era donde las transacciones digitales que se hacen son cada vez más comunes.
A dichos problemas se suma el estado deplorable de las calles, que contrasta con la implementación de un sistema de cobro por estacionamiento.
¿Cómo es posible que nos cobren por estacionarnos en calles llenas de baches y sin mantenimiento?, cuestionó un ciudadano.
Ladrones
Sin embargo, lo que más exacerbó las críticas fue la opacidad en la administración de los recursos provenientes de los parquímetros.
Según denuncias de vecinos y comerciantes, el comité encargado de administrar el servicio lo conforman personas cercanas y familiares del presidente municipal, Martín Rico Martínez.
Tal situación provocó sospechas de favoritismo y falta de transparencia en la asignación de contratos y en el manejo de los recursos generados por los aparatos.
“Es preocupante que este servicio esté en manos de personas ligadas al alcalde. ¿Dónde queda la rendición de cuentas? ¿A dónde va el dinero recaudado?”, cuestionó un ciudadano.
Los pobladores exigen una revisión exhaustiva del sistema de cobro por estacionarse en la vía pública, así como una mayor claridad en su administración, y el destino de los fondos recaudados.
Mientras tanto, el malestar entre la población va en aumento.
