Con la llegada de la Navidad, las tradiciones únicas alrededor del mundo comienzan a brillar, y este año no es la excepción. En el acuario Tropicarium de Budapest, Hungría, un Papá Noel muy especial dejó los trineos y renos para sumergirse en un tanque de 1.4 millones de litros… ¡junto a tiburones!
El personaje navideño, que en realidad es el jefe de buzos del acuario, Valentin Szabolcs, se vistió con el clásico traje rojo y su característico gorro, acompañado de un tanque de oxígeno. La actividad, que ya lleva más de una década realizándose, tiene como objetivo difundir la alegría de la temporada no solo entre los visitantes del acuario, sino también entre los habitantes acuáticos.
La magia navideña bajo el agua
Papá Noel no solo nadó junto a peces y cuatro tiburones, sino que también se encargó de alimentar a los tiburones con merluza desde una jaula protectora, asegurando una dinámica tranquila y ordenada. Según explicó Szabolcs:
“Actualmente usamos una jaula para la alimentación, lo que hace que sea más relajado. Antes, sin ella, las cosas eran más caóticas y, bueno, más emocionantes”, comentó con humor antes de sumergirse.
Para darle un toque aún más navideño, los buzos decoraron el fondo del tanque con un árbol de Navidad. Este pequeño pino marino fue adornado con conchas en lugar de esferas tradicionales, creando un espectáculo visual que encantó a grandes y chicos. Aunque, como cada año, los peces tienden a derribarlo, lo que obliga a los buzos a ajustarlo constantemente.
Una tradición que perdura
Desde hace más de 10 años, esta singular actividad ha sido el sello navideño del Tropicarium. Además de decorar y alimentar a los tiburones, los peces también reciben porciones extra de comida como parte de las celebraciones, asegurando que todos, humanos y animales, disfruten de la magia de la temporada.
El desfile navideño de los perros albinos en Bolivia y este Papá Noel buceador son prueba de que el espíritu festivo no tiene límites y puede manifestarse de maneras tan creativas como entrañables. ¿Quién hubiera pensado que la Navidad podría celebrarse bajo el agua, entre tiburones y un árbol decorado con conchas? ¡Sin duda, una experiencia inolvidable!