ORIZABA.- Un millón y medio de pesos fue el monto total que los secuestradores del empresario transportista Guarino Castelán Crivelli y de su amigo, José Ramón Avelaira Martínez, solicitaron para dejarlos en libertad la noche del pasado jueves.
La Fiscalía General del Estado, a través de la Unidad Especializada en Combate al Secuestro (UECS), confirmó la noticia luego de 18 días de registrarse el plagio la mañana del pasado lunes 27 de junio, alrededor de las 07:00 horas.
A pesar de que en su momento las familias de Castelán Crivelli y Avelaira Martínez no han hecho declaración oficial, de manera extraoficial se conoció que están en buen estado de salud y por el momento no hablarán del tema.
De las negociaciones siempre estuvieron al pendiente integrantes de ambas familias, pero evitaron informar algo, a fin de no entorpecer las mismas, y poner en riesgo la vida de los empresarios Guarino y José Ramón.
LA DESAPARICIÓN
La mañana del lunes 27 de junio, Guarino Castelán Crivelli y José Ramón Avelaira Martínez arribaron a bordo de sus respectivas camionetas al centro recreativo de Los 500 Escalones, a fin de hacer ejercicio como cotidianamente lo hacían.
Luego de estacionarse descendieron de sus unidades (una Honda y una Lincoln) y al parecer fue en ese momento cuando presumiblemente fueron interceptados por sujetos armados que los subieron a una camioneta, privándolos de su libertad.
Otra versión que también se manejó, fue que al bajar los 500 escalones fueron intervenidos por el camino de terracería a Zoquitlán Viejo, ninguna de las dos informaciones fue confirmada o descartada por alguna autoridad o por la familia.
EL MONTO
La cantidad solicitada en un principio fue de 5 millones y días después subió inesperadamente a 20, pero finalmente fue un millón y medio el pago por dejar libre a Guarino Castelán Crivelli y José Ramón Avelaira Martínez.
SIN DECLARACIONES
Durante los 18 días que estuvieron secuestrados Guarino Castelán Crivelli y José Ramón Avelaira Martínez, ambas familias no hicieron declaración alguna sobre el tema, se mantuvieron herméticos a fin de no poner en riesgo la vida de los empresarios orizabeños.