Córdoba.- Persiste la desconfianza ante la opinión técnica que emitió Protección Civil (PC) Municipal sobre los daños registrados en los centros escolares tras los recientes terremotos del 7 y 19 de septiembre.
Padres de familia del Centro de Atención Múltiple (CAM) Rosa María González Meneses temen por la integridad física de sus hijos.
Ocho días después de la solicitud por escrito que se presentó para la revisión del lugar, acudió a las instalaciones del CAM el coordinador de la unidad municipal de Protección Civil, Jesús Ávalos Ibarra, para realizar una inspección ocular de los daños.
En un recorrido previo por el lugar se pudo constatar que las escaleras que comunican con el segundo piso, mismas que están sostenidas por la estructura del sótano, presentan grietas, hundimientos e inclinamientos. Además, dos aulas también tienen afectaciones.
Según explicó Leticia Mendoza, madre de familia, el reporte de Protección Civil refiere que los daños son consecuencia de la falta de mantenimiento y la constante humedad.
Sin embargo, debido a que sólo se trató de un informe visual, insistió en que no hay conformidad con el reporte, ya que previo a la recomendación de los arquitectos, áreas como los salones no estaban en condiciones para seguir en uso.
La inconformidad de los tutores es que aunque Protección Civil afirma que no existe un riesgo severo, sí hay áreas que no deben utilizarse, ya que se especula que ante otro sismo de intensidad similar, el sótano podría colapsar y “jalar” los respaldos de los salones del plantel.
Temporalmente, los niños y jóvenes que estudian en el CAM recibirán sus clases en un área de uso común, ya que las maestras no quieren ingresar a las aulas que presentan daños severos.
Aunque la intención es contar con un dictamen y revisión profesional, al considerar que este tipo de observaciones les generará limitaciones para solicitar apoyo en mantenimiento ante la Secretaría de Educación, otro de los inconvenientes es que será poco probable que puedan adquirir una cédula de daños, ya que el costo del servicio cuesta alrededor de 40 mil pesos.
No se toman en cuenta las necesidades especiales
La psicóloga Alma Yolanda Cortés explicó que, debido a que en la parte trasera del inmueble “corre” el túnel del río de aguas negras, se desconoce la condición de los cimientos de la obra. Sobre las aulas que Protección Civil asegura se pueden utilizar, señaló que el temor de los padres de familia se debe en gran medida a que hace siete años el piso de una de las aulas se desplomó.
Los niños más pequeños son los que ocupan la parte trasera del inmueble.En su mayoría se trata de menores con discapacidad visual, motriz e intelectual, lo cual dificulta las acciones de evacuación ante cualquier situación de riesgo, por lo que consideran es necesario que exista una mayor atención para el plantel educativo antes mencionado.
