Agencias
Guerrero.- En medio de la creciente violencia en Guerrero, los cuatro obispos de las Diócesis del estado entablaron diálogos separados con líderes de organizaciones criminales para buscar una tregua y lograr la paz. Sin embargo, los grupos delictivos rechazaron las propuestas de los religiosos, particularmente debido a desacuerdos sobre el control territorial. Estas reuniones tuvieron lugar en enero pasado, pero los líderes criminales no aceptaron el pacto debido a la disputa por territorios, según el obispo José de Jesús González Hernández.
Los esfuerzos de la Iglesia por mediar en el conflicto reflejan la grave situación de violencia en la región, donde grupos criminales luchan por el control territorial. A pesar de la voluntad de los obispos de continuar buscando el diálogo, la falta de acción por parte del Gobierno estatal para abordar la crisis ha generado críticas. Los líderes religiosos expresaron su frustración por la falta de avances en la pacificación del estado y cuestionaron la eficacia y la voluntad del gobierno local para resolver el problema.
Esta no es la primera vez que la Iglesia busca mediar entre el Gobierno y los grupos criminales en Guerrero. En 2017, durante la administración del gobernador Héctor Astudillo, el entonces obispo Salvador Rangel mantuvo conversaciones con diferentes carteles para lograr treguas temporales. Ante la persistente violencia y la aparente inacción del Gobierno estatal, los líderes religiosos se han visto obligados a intervenir nuevamente, destacando la urgencia de encontrar una solución a la crisis de seguridad que afecta al estado.