De la Redacción
El Buen Tono
Xalapa.- La titular del Órgano de Fiscalización Superior (Orfis), Delia González Cobos, es tramposa al declarar que ya presentó las denuncias por los desfalcos cometidos por alcaldesas y funcionarios que registran daño patrimonial, dejando la responsabilidad sólo en la Fiscalía. Sin embargo, su actuación muestra una preocupante omisión: no ha utilizado el recurso innominado, una herramienta clave contemplada en la ley que permite llevar los casos ante un juez para imponer plazos, multas o hasta cárcel contra los fiscales que retrasan las investigaciones a cambio de “moches”.
La mañosa titular del Orfis no presenta ese recurso y minimiza su responsabilidad, mientras, los responsables de desvíos de recursos siguen sin rendir cuentas, y la ciudadanía continúa esperando justicia. Cada día que estas denuncias permanecen estancadas refuerza la percepción de que las instituciones encargadas de la fiscalización y la justicia sólo trabajan para proteger intereses corruptos.
A esto se suma el silencio cómplice del Colegio de Abogados, que debería ser un actor clave en exigir justicia. Su falta de acción, ya sea por desconocimiento del marco legal o por temor a represalias políticas o por ser parte de la corrupción, lo convierte en otro engranaje de un sistema que prioriza los acuerdos bajo la mesa, por encima de la transparencia. Este comportamiento perpetúa la impunidad y deteriora aún más la confianza pública en las instituciones.
La negativa del Orfis a utilizar herramientas legales como el recurso innominado, pone en entredicho su compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas. Delia González Cobos no sólo incumple su deber, sino que también permite que las carpetas se queden archivadas y los casos sin resolver, dejando a la ciudadanía en un estado de indefensión ante la corrupción.
Si el Orfis no comienza a actuar con contundencia, su titular pasará a la historia no como una auditora comprometida, sino como una facilitadora de la impunidad. La ciudadanía merece instituciones que trabajen para proteger sus recursos, no para encubrir a quienes los desvían.