La Ciudad de México se ha convertido en tierra fértil para el huachicol. El robo de combustible que circula por ductos de Pemex localizados en la capital del país se disparó.
Entre enero y marzo de 2018, último mes del que se tiene registro, la petrolera dio cuenta de 61 tomas clandestinas, mientras que en el mismo periodo de 2017 tan sólo se hallaron seis, o sea un repunte de 916 por ciento.
Además, en ese lapso, fue la entidad federativa que mayor repunte presentó en cuanto a perforaciones ilegales. Su más cercana, que es Chihuahua, registró un alza de 354 puntos porcentuales.
A nivel nacional, el aumento en dicho lapso fue de 36 por ciento. Desde 2012 a 2017 anualmente creció de forma constante el número de tomas clandestinas detectadas por Pemex.
Pasó de cero en el primer año mencionado, a 91 en 2017; en caso de mantener el promedio del primer trimestre de 2018, la cifra con la que se cerraría es 244.
EL HERALDO