Orizaba.- El arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios ordenó ayer por la tarde a dos nuevos sacerdotes de la orden Filipenses durante una ceremonia solemne en el auditorio del SOCUM.
Consideró que los votos que realizaron, David López Romero y Josué Christian Hernández Alvarado son motivo de fiesta, orgullo, júbilo e inmensa alegría, principalmente porque se llevó mucho tiempo su formación.
El evento se llevó a cabo en el salón del centro deportivo de la empresa Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma, donde indicó que siempre se está en busca de vocaciones.
Añadió que de hecho cada párroco debe tener vocación, que vea en la persona la inclinación y que sienta el llamado en el corazón, “lo demás es el contexto familiar, social, psicológico, pero es algo que uno no se explica”.
Mencionó que actualmente muchos de quienes llegan para ser sacerdotes están entre los 30 y 40 años, ya no son tan jovencitos.
Reconoció que como todo ser humano tienen fallas y hasta pecados, sin embargo se busca siempre que sean fieles seguidores de Jesucristo, “en esta tierra nadie es perfecto, pero se lucha por vivir lo mejor posible”.
Apuntó que en los últimos tiempos la sociedad es más vigilante de que los sacerdotes sean realmente responsables, coherentes con lo que se predica y se vive.
En relación con el tema de la inseguridad, manifestó que: “Yo veo que cada vez más jóvenes carecen del sentido de lo sagrado, como que les parece extraño, raro, fuera de lugar, porque no tienen una vivencia”.
Consideró que el problema social proviene de la educación, empieza en la familia, por lo que corresponde a las mamás y papás fomentar los valores, “porque si no empezamos por ahí y en la escuela, simplemente seguiremos cosechando lo que ya tenemos”.
Omar Celiseo V.
El Buen Tono