región.– Salió al parque un domingo y no regresó más a su hogar, una modesta construcción que compartía con sus cinco hermanos y sus padres, y que la vio crecer durante las dos fugaces décadas de su vida.
Pilar Argüello Trujillo, una joven veracruzana, fue asesinada a golpes en septiembre de 2012, cuando tenía 20 años de edad. Su pareja sentimental, de entonces 17 años, confesó el crimen y describió detalladamente lo que le hizo.
Pero a la Fiscalía General del Estado de Veracruz (FGE) no le bastó: él fue liberado apenas dos meses después de pisar la cárcel.
El joven asesino detalló ante las autoridades que había bebido alcohol y que Pilar se negó a mantener relaciones sexuales, por lo que la golpeó con una piedra, la violó y la asfixió.
Después se retractó de sus dichos. Las autoridades consideraron que no se había cumplido el debido proceso ni había pruebas suficientes, y lo dejaron en libertad.
Sus padres nunca conocieron a la pareja y verdugo de Pili.
“Era su novio, pero el error de Pilar era que no le gustaba que uno le conociera a su pareja”, dijo su madre, la señora Reyna Trujillo Reyes.
“Ella tenía a su enamorado, pero no le gustaba llevarlo a la casa”, agrega su padre, Don Pedro Argüello Morales.
La muchacha de piel morena, Pili, como la llamaban con cariño sus más cercanos, cursó hasta el segundo grado de Primaria y se ganaba la vida realizando quehaceres domésticos. Ese domingo dos de septiembre era su día de descanso.
“Era muy alegre, le gustaba pasear y los bailes. Ese día salió de la casa, dijo que iba al parque, pero ya nunca regresó; ya no la volvimos a ver”, recuerda con tristeza Don Pedro.
En Coscomatepec, nombrado Pueblo Mágico en 2015, nació y creció Pili, y allí mismo la encontraron muerta un día después de que salió al parque un domingo. Fue hasta el martes cuando se supo que la muchacha hallada sin vida en un predio donde se siembra chayote era ella.
Ese martes, un periódico local voceaba la noticia por todo el pueblo. Don Pedro recuerda que vio impresa la imagen de su hija, arrebató el diario al vendedor y corrió a buscarla.
Esta alerta poco ha funcionado
“(La Alerta de Género) Ha servido para muy poco. Hay un avance en cuanto a la articulación de las instituciones y de acciones muy básicas de Seguridad, del registro de casos, del seguimiento a las investigaciones iniciadas, pero en los últimos tres años los feminicidios se han incrementado respecto a los ocurridos antes de 2014. En este año, por ejemplo, hay muchos casos de asesinatos y desapariciones de mujeres”, destacó González en entrevista, tras una conferencia de prensa realizada en la Ciudad de México el pasado 17 de agosto.
La familia Argüello Trujillo desea justicia para el caso de su hija y así se evite que sucesos similares se repitan en Veracruz y en toda la República Mexicana. Pero sospechan que en el País gobernado por Enrique Peña Nieto sólo quienes cuentan con recursos económicos pueden “comprarla”.
“Queremos que haya justicia. Uno tiene que tener dinero para que le hagan caso a uno y eso no debe ser, no es justo. ¿Es porque es mujer?”, se pregunta Reyna Trujillo Reyes, madre de Pilar.
“Sólo quienes tienen dinero pueden accesar a la justicia. Con la pena y el dolor uno no se enfoca en eso (exigir justicia) y mientras ellos (los criminales) llevan la delantera. Los delincuentes meten dinero y les hacen más caso a ellos que a uno que está dolido por la pérdida. Pido que sean parejos con la justicia, con las personas”, agrega.
Don Pedro
también
alza la voz
“Lo que queremos decirle a la Fiscalía es: ¿dónde están nuestros impuestos? Supuestamente de lo que pagamos se les otorga un salario y no es justo que le hagan caso a otra persona con más poder, con dinero, y no a uno que está viviendo el dolor por su hija difunta. Ellos (los delincuentes) muy ‘conchudos’ salen libres y no es valido”.
No obstante, el señor aclara que el asesino confeso de Pili no es una persona con alto poder adquisitivo, pero “está en su secta protestante que lo apoya en lo económico”.
ACUDEN A
INSTANCIAS
INTERNACIONALES
Tras agotar la búsqueda de justicia en México sin obtener respuesta, los padres de la joven veracruzana Pilar Argüello Trujillo acudieron al Comité para la Eliminación de la Discriminación Contra la Mujer (Comité CEDAW) desde 2014 y hace poco obtuvieron respuesta, acompañada de un dictámen y recomendaciones al Estado Mexicano.
“El Estado ha negado el acceso a una justicia real. Pedimos que haya modificaciones a los lineamientos”, dijo en conferencia de prensa el pasado jueves, Adriana Fuentes Manzo, abogada de Equifonía, Colectivo por la Ciudadanía, Autonomía y Libertad de las Mujeres, quien ha dado acompañamiento a la familia en la búsqueda de respuestas.
Dichas recomendaciones establecen medidas específicas para garantizar justicia a la familia de la joven y para atender las condiciones estructurales que limitan o niegan el acceso a la justicia a las víctimas de feminicidio.